You could be mine ~ Axl x Slash

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—Te amo, Saul.

—Yo más.

—Entonces, sé mío.

Silencio. Slash bajó su vaso corto vacío y lo miro.

—Bien.

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El pelirrojo sonrió, tranquilo de saber que siempre obtendría lo que quisiera por parte del otro. El guitarrista se mantenía quieto sobre su pecho, mirando a ningún lugar en específico mientras trataba de regular su respiración y el latir acelerado de su corazón. Se sentía extraño, vacío y lleno al mismo tiempo. La mano derecha Axl estaba en su espalda algo sudada, acariciándolo despacio.

A Rose le sorprendía como con esas simples palabras había logrado llegar al acto sexual con él. Hacía tiempo que deseaba a ese chico en su cama, y logró cumplir ese deseo. Aunque en realidad fue bastante simple, pues Hudson estaba borracho hasta la médula y no dudó para nada cuando le dijo que abriera sus piernas. Pero todo el alcohol se le bajó cuando la calentura empezó a subir.

Desde ese momento había estado totalmente conciente de lo que pasaba pero no dijo nada al respecto, sólo se dejó hacer. No se quejaría, fue bueno, le gustó. Ahora se sentía agotado, ya había tenido suficiente.

Despacio cerró sus ojos, dejándose envolver por el calor que emanaba el cuerpo del contrario. Quería dormir pero lo sintió removerse y eso le quitó la calma.

—Oye ¿No quieres un cigarrillo? —preguntó Axl, mientras encendía uno que había tomado de la mesita de noche. Slash asintió, se sentó en la cama y se puso en la boca el que el otro le había dado, también lo encendió por él.

El cantante se recostó sobre el respaldo de la cama de hotel, mientras el de rulos sólo se quedó sentando. Hubo un momento de silencio entre ellos.

Se sentía un aura extrañamente tranquila que ninguno se atrevía a romper por miedo a que no pudieran restaurarla otra vez.

Los sentimientos entre ellos eran confusos. Por sus adentros, Slash sentía todos esos "te amo" que decía cuando estaba borracho porque de no ser así, no estaría en esa situación. Sin embargo, se preguntaba si Axl lo amaba realmente. Había veces en las que lo dejaba plantado e incluso otras en las que lo vio coqueteando con otras personas. No era violento pero sí un poco manipulador a veces, no recordaba si alguna vez lo había golpeado, así que suponía que no hubo ninguna pero no podía asegurar nada.

—Axl —lo llamó, mirandolo.

—Mm, ¿Sí? —respondió, sintiéndose ya algo adormilado.

—¿Tú me amas?

Rose rio despacio, enternecido de alguna forma. No entendía por qué esa pregunta, si es que él siempre se lo decía sin que tuviera que pedirlo.

Se quitó el cigarrillo de la boca, aplastándola contra el cenicero con su mano izquierda mientras lo tomaba de la cintura con la derecha, acercándolo a él. —¿No es obvio? Yo te adoro. —besó suavemente su frente.

—No, no es obvio —le respondió, alejándose un poco y dándole su cigarro para que también acabara con éste. —Dices eso y luego haces cosas extrañas. ¿Por qué eres así?

—¿Así como? Así soy siempre y así me amas.

—Yo te amo pero si tú me amaras, no estaríamos en esta situación.

—¿Sabes algo? Es mejor que te vistas y te vayas a tu cuarto. —dijo, mirándolo un poco enojado. La verdad era que no sabía que sentía hacía él, estaba muy confundido y no quería sentirse así en realidad. Lo quería y mucho pero no podía defenderse ni negarse de ninguna manera porque no sabía cómo hacerlo, así que mejor lo evadía y eso era justamente lo que hacía en ese momento. Sonaba cruel pero esa era su forma de no lastimarlo pues si él se quedaba, discutirían a los gritos seguramente.

—¿Me echas sin más? Qué agradable de tu parte —le dijo mientras se levantaba.

—No quiero pelear contigo, Saul, — respondió.—así que vete.

Él tomó sus ropas del piso y se vistió de una forma algo acelerada, no amarró los cordones de sus botas . Se dirigió a la puerta y antes de abrirla, le dedicó una última mirada enojada al otro quien sólo le hizo una seña para que se largara de una vez.

Llegó a la habitación que estaba a un cuarto de distancia y tuvo que tocar la puerta para que Izzy le abriera.

—Hasta que llegas —dijo—Esto de darnos una sola llave no fue buena idea. —él ya estaba listo para dormir y había considerado dejarlo afuera más de una vez.

El de rulos entro al cuarto, mirándolo de una forma que hizo al otro pensar un poco. Vio como se tiró a una de las sillas sin casi cuidado, como si no le importara lastimarse.

—No parece que hayas tenido una buena noche, ¿Eh? —dijo, no se metía en asuntos ajenos pero quería ayudar aunque fuera un poco. —¿Quieres una cerveza antes de dormir?

—Hoy no, Izzy —le dijo. —Gracias pero no.

Entonces, Stradlin sólo le deseo las buenas noches y se acostó. Pidiéndole por último que apagara las lámparas antes de dormirse.

Slash se fue a la cama pensando en que si no hubiera abierto la boca, esa noche habría terminado distinta.

One-shots; Guns n Roses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora