Back off bitch ~ Axl x Slash

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La calentura y el alcohol hacían que la adrenalina recorriera incluso más rápido sus cuerpos. El temor de ser atrapados sólo volvía la experiencia más satisfactoria.
Tanto el pelirrojo como su novio dejaban que sus lenguas se fundieran en un beso sucio antes de cualquier otra cosa.

—A la cama. —dijo Axl cuando se separaron, golpeando uno de los brazos del guitarrista.

Los rizos carbón de Slash se movieron mientras terminaba de desnudarse, su piel quedó expuesta totalmente después de quitarse sus bóxers y su camiseta. Se echó boca arriba sobre el colchón y sonrió a su pareja cuando abrió sus piernas. Su pene duro chocaba contra su abdomen y ya soltaba un poco de preseminal.

Rose se quitó su cinturón de cuero y después bajó su pantalón y ropa interior de una vez. Su miembro saltó también, éste no había conseguido endurecerse complemente como el de su novio, pero no tardaría mucho en hacerlo.

Se colocó encima de él entre sus piernas, dejando que ambos falos se tocaran y comenzó a mover su cintura para completar su erección. Los jadeos de los dos empezaron a sonar en la habitación; no pasó mucho hasta que el cantante se separó de su novio, arrodillándose en la cama.

—Sube un poco las piernas, amor. —pidió y el menor obedeció, dejando sus rodillas sobre sus hombros. Colocó sus manos a los costados de su cuerpo, tomando las sábanas porque ya sabía lo que se venía. Axl puso sus manos firmes sobre la parte interna de los muslos ajenos y se fue acercando al pequeño y rosado agujero.

En poco tiempo, la lengua del más bajo estaba jugando con la entrada de su novio. Salía y entraba una y otra vez, haciéndolo gemir al sentir su próstata ser estimulada de una forma tan caliente.

—Oh, Axl~ —gimió su nombre con un tono algo agudo, tirando su cabeza hacia arriba y apretando las telas debajo de él. —M-Me vengo, amor~ —avisó. Los dedos de sus pies se curveaban y sus piernas temblaban mientras sus caderas se sacudían, incluso ese nudo caliente en su vientre bajo ardía ya con mucha fuerza.

—Vente cuántas veces lo necesites. —dijo Rose y volvió a enterrar su lengua, notando como las paredes del inglés palpitaron en excitación por ello. El guitarrista no aguantó más, liberandose en un chillido escandaloso que hizo al otro sentirse muy orgulloso de sus acciones.

Finalmente, Axl salió de él, viendo como aún era un desastre necesitado de atención y placer. Slash bajó sus piernas, estas le dolían un poco pero estaba dispuesto a abrirlas o elevarlas nuevamente. Sabía que al pelirrojo le encantaba llevar el control de la situación, así que era seguro que él seguiría acostado hasta que el encuentro terminara.

Las manos del estadounidense tomaron los talones de su pareja para subirlos hasta sus hombros y dejarlos allí. Ahora sí se iba a poner bueno. Comenzó a tantear el dilatado agujero con la cabeza de su pene, amenazando con entrar también tentando a su pareja, alentandolo a gemir despacito por las ganas que tenía de ser embestido hasta el cansancio. Los dos se cansaron del juego y Rose entro de una sola estocada.

—¡Aah! —gimió su novio mientras su vientre volvía a arder. Una de las manos del mayor tomó su miembro y él nuevamente se salpicó con su semen.

—Aw, no te aguantas nada. —dijo entre enternecido y burlón, empezando a moverse con fuerza al mismo tiempo que su chico temblaba y gemía debajo suyo. Las piernas quería cerrarse pero no podían hacerlo por la posición, por lo que sólo temblaban.

La figura del de rulos se retorcía, amando las sensaciones en él. Sus paredes siendo acariciadas, su próstata que no paraba de ser tocada, también su punto más profundo siendo golpeado por el pene de su novio. Tironeaba las sábanas y elevaba su cabeza, su pene de movía entre los vientres de ambos. Axl bajó su cuerpo, haciendo que las piernas se movieran hasta tocar los hombros ajenos y mordió el erecto pezón izquierdo, luego fue por el derecho. Los brazos de Slash se posaron en su nuca, atrayendolo más para que no detuviera las acciones sobre su pecho.

—E-Estoy cerca o-otra vez. —gimoteo, retorciéndose sobre si mismo por aquellas olas de placer que lo azotaban.

—Ya te lo dije. —jadeo pesado. —Vente cuántas veces lo necesites. —seguía embistiendo, él se sentía a nada de tocar las estrellas de igual forma.

Un grito de satisfacción salió de los carnosos labios del guitarrista mientras toda su escencia se derramaba otra vez, sus paredes se apretaron con fuerza y el cantante no pudo evitar llenarlo con su semen. Dio algunas embestidas más para que nada se saliera y finalmente abandonó su húmeda cavidad.

—¿Te sientes bien? —preguntó cuando se recostó a su lado. Su novio asintió con un brazo sobre su sudada frente, jadeando pesado por los temblores que aún no desaparecían de él.

Se miraron antes de besarse, fue un beso tranquilo de amor real. Con apenas un atrevimiento de la lengua de Rose que trato de entrar en la boca ajena, sin embargo no consiguió hacerlo.

—Descansa, amor. —dijo el mayor cuando se separaron, cubriéndolo con la sábana y dejando la cama sola para novio. Él tomaría una ducha.

—Te amo mucho. —mencionó el moreno. —Muchísimo.

—Yo te amo más. —no cambiaría a ese chico por nadie. Besó su frente antes de tomar algo de ropa para dirigirse al baño.

One-shots; Guns n Roses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora