Patience ~ Axl x Duff

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—Creo que deberíamos darnos un tiempo.
—dijo el pelirrojo, tomando las manos de su novio.

—¿Eh? ¿Por qué? —preguntó Duff, con la mirada apagándose en cierta tristeza.

—No lo sé, Michael, últimamente siento que algo falta. —le respondió.

—Pero —él se quedó callado luego. No encontraba un "pero" para eso. Suspiró resignado a la realidad.—Tienes razón.

Axl se paró de la banca que era iluminada por una farola. —Nos veremos luego, entonces. —le dijo, poniendo una mano sobre el hombro derecho del más alto y dando una pequeña palmada.

El rubio lo vio marcharse y cuando se aseguró de que se estaba lo suficientemente lejos para no toparselo luego, se paró él también.

Comenzó a caminar con dirección a su casa debajo de las luces y en la acerca de concreto gris. Patió con fuerza y furia una lata sin etiqueta que estaba en la calle, lanzandola lejos de él hasta la vereda de en frente.

Maldijo por lo bajo, recordando las palabras que su pareja, o tal vez ya ex-pareja, había pronunciado hacia un rato por llamada. Axl le había dicho que quería hablar en el parque pero sólo rompió con él.

No estaba seguro de si estaba enojado o triste, pero de todos modos le mostró el dedo del medio al gato que lo miraba echado en una reja alta y negra.

—¿Qué miras, eh? —preguntó y el gato se levantó para irse, siendo iluminado por la luz de la luna. Masculló algo que ni él escuchó y siguió caminando con las manos en los bolsillos de su pantalón y el ceño fruncido.

Mientras andaba, recordaba todo lo que habían pasado juntos y lo difícil que había sido conquistarlo para que lo dejara como si nada en ese banco roto y grafiteado de un parque sucio y viejo. Tal vez él nunca lo había amado y ya. Quizá Axl sólo había querido divertirse con él, entretenerse un rato.

No, no. Debía despejar esa ideas de su cabeza, William no era así. Esas cosas venían a él eran producto de su frustración actual. Ese colorado tenía el corazón blando cuando se trataba de su novio y jamás lo hubiera usado de esa manera. Si es que incluso pudo conocer a parte de su familia y amigos.

Probablemente el problema siempre fue su misma persona. ¿No le dio la atención suficiente? Imposible, se veían todos los días durante horas. ¿Tal vez pocas muestras de amor? No, siempre le demostró todo lo que sentía tanto verbal como físicamente. ¿Entonces? Simplemente no sabía, pero también sentía la ausencia de algo.

Cuando llegó a su departamento, encendió la luz de la cocina y busco algo en la nevera para cenar. No tenía hambre realmente pero no se iría con el estómago vacío a dormir.

Luego solamente se cambió y se echó en su cama. Mirando hacia el costado izquierdo, de ese lado siempre solía dormir su pareja. La almohada aún tenía el olor de su acondicionador, aunque ya pasaron dos meses desde la última vez que habían dormido juntos en esa cama. Ah, ya estaba delirando.

Se tapó la cara con el antebrazo derecho y se durmió a los pocos minutos. Mañana sería otro día y tal vez ellos volverían con el pasar de éstos.

One-shots; Guns n Roses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora