So Fine ~ Duff x Steven

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Duff gemía ruidosamente, sus piernas temblaban con fuerza mientras su cadera se levantaba buscando más de aquella increíble sensación. Sentía la lengua caliente y húmeda de su novio pasearse sobre su falo a la vez que lo masturbaba. Rasguñaba los almohadones del sofá mientras lloriqueaba de placer.

Steven sonreía mientras continuaba con su labor, besó la punta rojiza del miembro ajeno antes de ponerselo en la boca. La mano que tenía sobre el muslo de su pareja comenzó a acariciar de a poco la zona desnuda. El bajista se retorció con fuerza, sacando sus manos del sillón para llevarlas a los cabellos rubios del menor.

—¡Amor! —gritó desesperado. Estaba muy cerca de llegar al orgasmo. —¡M-Me voy a correr!

Adler asintió, intensificando los movimientos de su lengua. Su mano libre la llevó hasta los testículos del mayor, tomándolos con amor para estimularlo aún más. Escasos minutos después, su pareja eyaculó en su boca. El más alto gritó, curveando su cuerpo en dirección a su pareja. La sensación era tan buena que cerró sus ojos para dejarse perder entre nubes de increíble placer.

El baterista se quitó el miembro de su boca, haciendo un gran esfuerzo por tragar el semen de su pareja. Levantó la vista, observando feliz como su chico temblaba intentando recuperarse. Tenía la cara roja y la respiración muy agitada.

—¿Te gustó, bebé? —preguntó sonriendo. El más alto asintió, moviéndose un poco en su lugar. —Me alegro.

—Realmente lo haces muy bien. —aseguró. No había nada que le gustara más que recibir satisfacción sexual luego de un día de pesado trabajo. Steven palmeo uno de los muslos de su novio, poniéndose de pie.

—Espera aqui un segundo. —pidió el menor, el otro asintió.

Adler corrió al cuarto, volviendo rápido hasta donde se encontraba su novio con una pequeña botellita de lubricante que no usaban hace un tiempo entre sus manos. Se sentó a un lado del bajista, a quien le llamo la atención la forma en la que el más bajo llenaba sus dedos mayor y anular con el espeso líquido transparente.

—Abre un poco las piernas. —pidió sonriendo. —Esto también va a gustarte.

Duff obedeció sin rechistar, dejando toda su zona íntima expuesta. Su pene estaba erectandose nuevamente de sólo imaginar lo que harían ahora. Jadeo pesado cuando uno de los dígitos tanteo su agujero, hizo su mejor esfuerzo por relajarse y lograr que la zona se diltara lentamente.

—Voy a meterlo. —avisó, su novio asintió. Lentamente empujó el dedo hacia el interior de su pareja, abriendo sus paredes con delicadeza. Tenía ganas de empujarlo todo de una vez, pero esta era la primera vez en semanas que su pareja tenía algo dentro, así que debía hacerlo con cuidado.

McKagan gimio al sentir una pequeña corriente de placer recorrer su cuerpo. Su próstata había sido tocada repentinamente y no estaba preparado para el impacto.

—Oh, Stev~ —se mordió el labio inferior, abriendo un poco más sus piernas para sentirlo mejor.

Pocos minutos después ambos dedos ya se encontraban dentro suyo. Jugaban a crear tijeras y simulaban embestidas rudas sin vergüenza. Duff se desarmaba con lentitud por el placer que hacía temblar su cuerpo, la sensación era tan buena que deseaba que jamás terminara. En un acto de necesidad de amor, junto sus labios repentinamente con los del menor. Steven sonrió durante el beso, aprovechando el momento para ingresar un tercer dedo. El bajista lo abrazo  y rasguño el sofá con su mano libre. Su estómago bajo ardía otra vez, estaba seguro de que no pasaría mucho tiempo antes de correrse otra vez.

—¡Aah! ¡Amor! —gritó al separarse. El poco aire que había recuperado volvió a escaparse al llegar al climax. Los dedos abandonaron su interior algunos segundos más tardes, cosa que le hizo cuestionarse que seguiría ahora. —¿Stev?

—¿Sí, bebé?

—¿Vas a meterla? —la verdad que aquello le hacia cierta ilusión.

—Hoy no. Hace mucho no lo hacemos y no quiero sobrecargarte. —le mostró una expresión de dulzura. —Mejor duchate y ya vamos a la cama.

El más alto asintió cerrando sus piernas. Quizá se había quedado con las ganas de más acción, pero acurrucarse con su pareja tampoco le vendría mal.

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Media hora después la pareja descansaba en la cama que compartían, ambos ya usaban sus ropas para dormir y estaban acurrucados bajo las sábanas. Sólo una de las lámparas en un mueble estaba encendida, esa única luz junto con un poco de la que entraba por la ventana iluminaban la habitación.

—¿Disfrutaste lo de la tarde, amor? —cuestionó el baterista con una pequeña sonrisa al recordar el momento.

—Claro que sí. —contestó, besando la frente del otro chico. —Pero la próxima quiero que avancemos más.

—Estoy de acuerdo. —dio un corto beso en sus labios. Luego se acercó aún más a su novio para sentir el calor de su cuerpo y poder dormido más a gusto junto a él.

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Otra vez la canción tiene poco y nada que ver con el one-shot, pero bueno, al menos pude subir algo :)

One-shots; Guns n Roses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora