Paradise City ~ Izzy x Slash

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Una ronda de autos, seis en total, se hacía notar en una de las plazoletas más descuidadas y alejadas del centro de Los Ángeles, más hacia el sur. Los chicos que se juntaban normalmente ahí reían y tomaban cerveza de la barata; no había drogas, para eso debías alejarte dos calles hacía el norte. Ellos los habían hecho moverse hasta ese lugar.

La música salía con furia del estéreo de uno de los autos. Algunos bailaban y otros charlaban tranquilos, entre el humo que sacaban de sus pulmones.

El líder de la pandilla, de nombre William pero apodado Axl Rose, estaba en el círculo de siempre: junto a sus dos favoritos del grupo y el novio de uno de estos, porque aunque no le agradaban los rubios, no podía simplemente echarlo pues sabía que habría problemas y eso no le gustaba tampoco.

—Ya habían estado jodiendo, tuvimos razón en sacarlos de aquí. —dijo Jeffrey "Izzy Stradlin" Isbell quien apoyado en una de las puertas de su auto, dejaba que se le nublabara la propia vista gracias al humo que expulsaba de su boca.

—Se, esos estaban volviéndose un dolor de cabeza. —habló Michael "Duff" McKagan para pasarle la botella de vodka al rubio menor que él que abrazaba por la cintura, quien bebía casi a su par.

—Los chicos no son el problema, uno es primo mío y conozco a sus amigos —se unió Axl a la conversación, mirando como su novio se acercaba a él.—El problema es el negocio, ellos no consumen pero hacen lo que sea por dinero y ahí los tienes, peleando por estupideces. -puso su brazo al rededor de los hombros del rubio que acaba de llegar. —¿A dónde iremos a parar si seguimos así?

—A la cárcel. —se burló Izzy.

—O a un desagüe —siguió Duff.

—No creo que entiendan el problema en el que estamos. Los chicos se fueron, sus jefes aún no. Van a aparecer en cualquier momento por aquí a buscar problemas. —miró a su pareja, abrazándolo con fuerza. Vince Neil le devolvió la vista con sus hermosos ojos, Rose estaba apenado de pensar que algún estúpido armado y un auto robado le podría quitar a su novio si se acercaba lo suficiente.

—Por eso les dije que mejor nos mandamos a mudar de barrio y ya. —dijo el chico que se mantenía con el rubio más alto.

—Tú cállate, Steven —mandó el pelinegro.

—No le hables así. —lo defendió su pareja.

—Tú no me hables así a mí —comenzó a levantar la voz el otro.

—Suficiente alcohol por hoy —declaró el pelirrojo, arrebatando la botella de cristal de la mano de McKagan para guardarla en su auto. Él era el líder de toda esa pandilla, así que ninguno de ellos protestó.

En eso, una motocicleta brillante derrapó cerca de ellos, levantando tierra y estacionano con furia. El lugar quedó en silencio, sólo se escuchaba la música pero uno de los chicos se apuró a bajar el volúmen para que todos entendieran mejor que estaba pasando.

Axl vio la patente, no la reconocía y el casco color negro carbón no ayudaban a saber quién era el dueño. El chico bajo una de sus piernas para apoyarse mientras se quitaba el casco, dejando a la vista su pomposo cabello rizado negro, junto con sus aretes plateados.

Izzy sonrió mientras cerraba los ojos tranquilo, quitándose el cigarrillo de la boca y machacandolo en el piso. Metió las manos en su bolsillo y trato de acercarse al recién llegado pero el pelirrojo lo paró en seco, poniendo una mano sobre su vientre.

—¿Y ese? ¿Lo conoces? —le preguntó.

—Es mi novio.

A él casi se le cae la mandíbula al oir aquello. Se quitó el brazo ajeno de encima y abrió los suyos para abrazarlo. El moreno sonrió y se bajó de su motocicleta, abrazándolo y dándole un beso suave en su mejilla. Todo esto pasó bajo la mirada del resto del grupo.

One-shots; Guns n Roses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora