—¿Qué me has hecho, Steven? —se preguntó, estando recargado sobre la negra baranda de hierro. El cigarrillo desprendía un humo que subía hasta el cielo y se perdía en el oscuro de éste.
Estaba cansado pues ya era tarde, tal vez las tres o cuatro de la madrugada. Pero él no podía conciliar el sueño, no si todavía pensaba en ese rubio tan bonito.
Cuando terminó su cigarrillo, lo arrojó por el balcón. Entró a la casa y cerró las ventas junto con las cortinas. Se sentó en su cama y se quitó los zapatos, luego se desvistió hasta quedar en ropa interior, así dormía él.
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.La luz de la mañana y el chillar incesante del despertador fue lo que lo logro que se levantase. El calor lo motivo a ducharse incluso antes de desayunar y eso fue lo que hizo. Luego tomó algo de café con un par de galletas antes de buscar su bolso y partir hacia la casa de Axl. Esa noche tocaría en un bar cercano al edificio donde vivía el colorado y habían quedado en encontrarse allí, pues tenían que mover todo el equipo desde el garaje donde ensayaban hasta el lugar.
Cuando llegó al departamento, toco la puerta y fue Slash quien le abrió. —Buenos días —lo saludó.
—Hola —respondió él, chocando su puño y haciéndose a un lado para que el otro entrara. —Axl está duchandose y Steven aún no llega pero no tarda dijo —le comentó mientras se iba a sentar al sofá, a un lado de Duff.
En eso, el cantante salió del baño con su cabello mojado y ya cambiado.
—Buenos días, Izzy —habló mientras se quitaba la toalla del cabello y tomaba un cepillo del baño, él le respondió levantando su mano en señal de saludo. —Deja tus cosas en un lugar donde luego puedas encontralas. —le indico, comenzando a cepillar su cabello parado en la mitad del pequeño pasillo.
—Bien. —dejo el bolso sobre la mesa y se sentó en una de las sillas de ahí. En eso, el timbre sonó.
—Yo abro. —dijo Hudson poniéndose de pie otra vez. —Hey, Steven —se hizo a un lado para que el rubio pasara.
Estaba algo despeinado y llevaba una mochila colgada de uno de sus hombros. Sus baquetas resaltaban de la abertura que no terminaba de cerrar.
—Buenos días a todos. —sonrió dulce, como siempre solía hacerlo y el guitarrista rítmico sintió que se le derretía la cara por el calor que le subió a las mejillas. Trato de ocultarlo apoyando uno de sus codos sobre la mesa y poniendo su mejilla sobre ésta.
—¿Ya nos vamos o qué? —preguntó el bajista, mirando a todo el resto.
—Pero si acaban de llegar. —respondió Axl, sentandose en sobre la mesa de madera. —Además, aún es temprano y el tipo del bar me dijo que no habrían hasta las dos de la tarde. —miró el reloj que colgaba en la pared. —Ni siquiera es las doce.
—Ah, pensé que el tiempo había pasado más rápido. —rio el más alto de todos. —Ya, ¿Qué hacemos entonces?
—¿Quieren salir a buscar un lugar para almorzar?
Todos estuvieron de acuerdo con es idea.
[ . . . ]
Las horas de la tarde corrieron con total normalidad y para ese momento, ya estaban en el garaje cargando las cosas en una camioneta que era prestada de un vecino de Axl.
—¿Quieres ayuda? —preguntó el pelinegro al baterista, viendo como aún no terminaba de cargar todo su equipo y el resto ya estaba descansando.
—Una mano no me vendría mal —le sonrió él. —Gracias, Izz.
—No hay de qué. —le respondió, ayudándolo con una de las cajas.
Entre los dos pudieron terminar el trabajo y todo el grupo se dirigió hacia el lugar donde tocarían esa noche.
Ese show fue un éxito, como lo habían estado siendo todos últimamente. Rose no dudaba de alcanzar pronto la fama.
Cuando terminaron, el dueño del bar les ofreció una poca cantidad de dinero a los cinco pero les dijo que podrían tomar gratis toda esa noche y cuántas más quisieran si continuaban atrayendo a esa cantidad de gente.
El grupo había estado un rato en la barra, charlando entre ellos y algunas personas que se acercaban. Slash fue el primero en levantarse para ir con un muchacho que trató de ligar con él, tal vez no fue tan bueno haciéndolo pero como ya estaba borracho lo siguió de todas maneras. Luego se fue Duff, buscando comprarle a unos tipos que le ofrecieron sustancias pero para ello tenía que irse fuera del club. Axl también partió por ahí con dirección a la pista, dónde estaban todos amontonados bailando. Solamente quedaron Izzy y Steven en los taburetes altos.
Stradlin no podía dejar de mirarlo, juraba que estaba tratando de no hacerlo pero ese chico era tan lindo. Vio como dejaba su botella de cerveza sobre la barra y lo miraba curioso.
—¿Pasa algo, Izzy? —preguntó, elevando una de sus cejas.
El pelinegro se acercó a él, sería ahora o nunca. Tomó su mentón con una de sus manos para que mirara directamente a las orbes.
—¿Qué-
No pudo terminar de hablar, pues su boca fue callada por los labios ajenos que buscaban de forma desesperada saborear los suyos.
Los ojos del rubio se abrieron grandes en sorpresa pero no se quejo. Puso sus manos sobre los hombros ajenos y se dejó abrazar mientras seguían besándose.
—Me gustas, Steven. —dijo cuando se separaron, poniendo una de sus manos sobre su mejilla.
—Y tú a mí. —respodió sin quitar sus brazos de dónde los había puesto.
—¿Quieres intentarlo? —preguntó.
—Me encantaría.
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One-shots; Guns n Roses
FanfictionRecopilación de one-shots y drabbles con parejas conformadas entre los integrantes de Guns n Roses. ☞ No pretendo burlarme de ninguna de las personas, vivas o fallecidas, que son nombrados en este libro (Aunque los Guns están todos con vida, al meno...