Morgan Byers jamás imaginó que se enamoraría del chico que le hizo la vida imposible.
Steve Harrington x oc female.
Stranger Things temporada 1, 2, 3 y 4.
iniciada: 23/05/2022.
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Para Morgan, las mañanas siempre fueron su parte favorita del día. La sensación de despertar por completo gracias al chorro de agua tibia en la regadera, un café recién hecho por su madre, o incluso el ir hacia la escuela bajo la fresca brisa en su bicicleta eran cosas que disfrutaba.
Claro que ese ritual que ella consideraba sagrado era concluido en el momento en que llegaba a la escuela, pues era, tal vez, el único lugar en el mundo que odiaba con toda su alma.
Si no fuese por sus dos mejores amigos y las clases de música, le pediría a su madre que la dejara en casa para que estudiara por su cuenta. Era una chica inteligente, la idea no resultaba tan descabellada, e indirectamente podría ayudar a su economía; pero eso ya eran fantasías suyas.
Caminaba por el estacionamiento de la escuela para regresar a casa luego de un largo día en donde tuvo que soportar la molesta voz de Carol, una chica castaña que no dejaba de gritar por todo. Morgan quería golpearse con un ladrillo cada que abría la boca, solo para dejar de escucharla.
─¿Qué tal tu día?
Morgan sujetó su mochila con una mano y se tapó el sol de los ojos con la otra para poder ver a su hermano, Jonathan, quien permanecía al lado de la puerta del copiloto de su viejo auto.
─Casi tan horrible como el tuyo. Perkins no dejó de hablar en toda la clase de biología sobre la increíble fiesta en la que se puso ebria─Jonathan le abrió la puerta cuando llegó hasta él y la chica subió, dejando una pausa para que su hermano pudiera rodear el auto y subir como conductor─. ¿A quién diablos le importa si su novio logró tomar 15 cervezas? Me parece que es pura mentira, eso es imposible.
─Mog, nunca has ido bebido alcohol, no sabes que es posible─Jonathan insertó la llave del auto y encendió el motor.
La castaña abrió la boca para defenderse, pero al no encontrar la manera, la cerró y arrugó su nariz.
─¿Iremos por Will? ─interrogó para cambiar de tema, subiendo sus pies al asiento y sacando de su chaqueta de mezclilla una cajetilla de cigarrillos.
─No, se irá a casa de los Wheeler─el mayor puso reversa y se fijó por el retrovisor para confirmar que el camino fuera seguro. Una vez que salió del lugar, se giró a su hermana cuando notó el olor a tabaco─. Apaga eso, ya te dije que no fumes en el auto.
─Fue un día de mierda, Johnny. Solo uno─miró a su hermano con súplica mientras salían por fin hacia la carretera, lejos de la escuela.
Jonathan negó firmemente sin quitar la vista del camino.
─No, lo lavé la semana pasada y lo vas a apestar─Morgan rodó los ojos. Aún así, apagó la colilla con su teni y esperó a que se enfriara para echarla al portavaso del auto─. Gracias. Y no me digas Johnny.
