Morgan Byers jamás imaginó que se enamoraría del chico que le hizo la vida imposible.
Steve Harrington x oc female.
Stranger Things temporada 1, 2, 3 y 4.
iniciada: 23/05/2022.
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capítulo seis: almuerzo. →recuerda comentar y votar
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El momento que había tenido con Steve no había salido de la cabeza de Morgan durante toda la noche. Estuvo dándole vueltas y vueltas y no lograba entender qué demonios le había pasado. Iba a besar a Steve Harrington, ¿de verdad? Mientras más lo pensaba, más estúpido le parecía. No era su tipo, jamás lo había visto de esa forma, sus pensamientos se dedicaban solo a adivinar cuántas neuronas le quedaban antes de que entrara en un estado de coma mental irreparable.
Reflexionando sobre eso, recordó que tal vez si le había parecido atractivo en algún momento. No recordaba con exactitud ese día, pero fue en secundaria y les había tocado estar en el mismo equipo para una investigación. Claramente, Harrington no aportó en nada y al momento de entregar su reporte no tenía ni idea de qué decir. Sin embargo, logró poner una excusa perfecta que hizo enfurecer a Morgan por haberse salido con la suya, pero que al mismo tiempo le resultó... llamativa.
Sea como sea, le hubiese llamado la atención en el pasado o no, el hecho de que él se hubiera acercado le confundía aún más. Apenas y se llevaban bien, las chicas con las que salía eran totalmente diferentes a ella, y el mismo Harrington se había encargado múltiples veces en mostrar su desagrado hacia su persona.
Después de horas sin poder pegar el ojo, llegó a la conclusión de que todo había sido consecuencia del alcohol, la euforia de nuevas experiencias como su primera fiesta y el despecho por la ruptura con Nancy.
Y a pesar de su lógico razonamiento, no pudo sacarse la imagen del chico castaño que tanto le fastidiaba por el resto de la noche.
Ya por la mañana, Morgan estaba realmente estresada debido a que iban tarde, de nuevo, a la escuela. No encontraba su cuaderno de matemáticas y perdió demasiado tiempo buscándolo, así que no se pudo arreglar bien, estaba quedándose dormida, el poco alcohol que había tomado hizo su trabajo y le dolía la cabeza y estaba contando hasta diez para no perder la paciencia debido a que Joyce les tenía buscando las llaves y ya iban con la hora en contra.
─Cielos, ¿no las han visto?
─Estamos buscando, mamá─respondió Jonathan, revisando en las chamarras mientras Morgan se agachaba para ver debajo de la alacena. No había nada.
─¡Las encontré!─la voz de Bob resonó desde el fondo de la casa. Morgan suspiró, aliviada, y se enderezó, sacudiendo el polvo de sus rodillas─. Debajo de unos jeans, las desgraciadas.
─Gracias, mi salvavidas─Joyce dejó un beso en su cachete, luego se giró a sus hijos─. ¿Podrían llevar a Will a la escuela hoy? No puedo llegar tarde de nuevo.
La del medio se colgó la mochila y sacó su cabello sobre los audífonos en su cuello. Miró de reojo a Jonathan, quien se veía bastante incómodo.
─¿Ahora se queda a dormir?─susurró el mayor a su madre, refiriéndose a Bob. Morgan rodó los ojos y dejó un discreto golpe en su hombro. Jonathan la miró con el ceño fruncido y ella le sonrió falsamente.
