chapter fifteen: exorcism

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capítulo quince: exorcismo
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Cientos de cosas podían salir mal con el plan que tenían en mente

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Cientos de cosas podían salir mal con el plan que tenían en mente. Que Will se diera cuenta donde estaban, que los demogorgons─o demodogs, como les llamó Dustin─ los encontraran o, en el peor de los casos, que Will muriera. Al final del día eran solo un par de adultos y una bola de adolescentes tratando de realizar un exorcismo. Eso acabaría muy bien o muy mal.

Hopper sacaba todos los muebles de almacén del patio trasero con ayuda de Hunter, Anthony y Mike. Jonathan y Joyce recolectaban cables, mientras que Robin y Morgan buscaban cualquier tipo de tela que ayudara a tapizar las paredes.

─¿Y cómo fue que terminaste en una excursión por el bosque con Harrington?─le preguntó Robin a su mejor amiga. 

Hablar sobre Bob sería lo más correcto, sin embargo, eso solo haría que se sintiera peor, y su propósito era subirle los ánimos. Era doloroso ver como esa chispa tan característica en ella se había apagado en dos noches.

El sonrojo en las mejillas de Morgan ante su repentina pregunta no pasó desapercibido para la pelirroja, quien se forzó a no soltar una carcajada.

─Buscaba a Jonathan. Él se me pegó─respondió sin aparente interés, sacando un par de sabanas del ropero en su habitación. Claro que eso era mentira, pero no le diría que ella accedió deliberadamente a seguir a Steve Harrington y Dustin Henderson en una aventura.

Robin alzó las cejas en un gesto de incredulidad. La conocía demasiado como para creerle ese falso tono de desinterés.

─Es extraño cómo pasaron de odiarse al punto de no poder ni verse, a convivir tan cercanamente.

Morgan detuvo su búsqueda de más sábanas para voltear a ver a Robin sobre su hombro, aun parada sobre el banco de madera que le ayudaba a buscar en los espacios más escondidos de su closet. Arrugó las cejas y entreabrió los labios; Robin igual volteó a su dirección, sujetando las cobijas en sus brazos.

─¿Qué quieres decir con eso?─su corazón estaba acelerado. ¿Acaso había visto lo que pasó afuera? Es decir, cualquiera pudo verlos, más Robin, quien siempre estaba atenta sobre lo que pasaba a los alrededores.

─Nada─Buckley hizo un mohín con su boca y se encogió de hombros, fingiendo inocencia.

Tal vez no lo sabía, de ser así ya se lo habría reclamado, pero claramente sospechaba algo, y Morgan no podía permitir que esas sospechas aumentaran. No porque tuviera miedo de su reacción, sino a la de Hunter. Robin no podría mantener el secreto guardado, era demasiado habladora, y si Hunter se enteraba de que había besado a su enemigo número uno, le aplicaría la ley del hielo o haría un drama tan grande que llegaría a los oídos de Jonathan, donde empezaría el verdadero problema.

Con cada hora que pasaba, más arrepentida se encontraba Morgan de haber cedido ante los encantos de Steve Harrington. No podía perder a otro miembro de su familia por un estúpido chico.

THE SONG OF LOVE-STEVE HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora