chapter eight: sick.

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capítulo ocho: enfermo.
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Morgan no tenía ni idea de lo enfermo que se encontraba Will, lo que provocó que se sintiera bastante culpable por salir con sus amigos y estar pensando estupideces sobre Harrington, cuándo él estaba ardiendo en fiebre y había tenido un fuerte epi...

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Morgan no tenía ni idea de lo enfermo que se encontraba Will, lo que provocó que se sintiera bastante culpable por salir con sus amigos y estar pensando estupideces sobre Harrington, cuándo él estaba ardiendo en fiebre y había tenido un fuerte episodio en la escuela.

Creía que, de haberle dicho a su madre cómo lo encontró en la madrugada antes de Halloween, no estaría en ese estado, tan débil y vulnerable.

Una vez más, sus malas decisiones recaían sobre su hermano.

─¿Por qué no me lo dijiste?─cuestionó Joyce una vez que Morgan terminó de contarle el episodio de Will.

Bien pudo quedarse callada, fingir que no sabía nada sobre su estado y esperar a que no la descubrieran, pero eso solo provocaría que la culpa sobre sus hombros se hiciera más pesada, así que no le quedó de otra más que hablar y esperar las consecuencias.

─No lo sé─admitió Morgan en voz baja, encogiéndose de hombros. Permanecía sentada en la orilla de la cama de su madre, con la vista fija en las palmas de sus manos, mientras que Joyce le miraba de pie, cruzada de brazos y con una mueca de molestia, pero más que nada de decepción.

─Habíamos hablado de esto, Morgan. No se trata de una escapada con tus amigos o que probaras drogas a escondidas, ¡se trata de la seguridad de tu hermano!─reprimió, elevando la voz. Le pesaba regañar a Morgan, pero estaba tan cansada que el enojo que tenía, tanto con ella cómo con la vida en general, salía por medio de sus palabras.

─Lo sé, perdón─Morgan tapó sus ojos con las manos, las cuales habían comenzado a temblar por el estrés. Había pasado meses cuidando de Will, las primeras semanas luego de recuperarlo apenas y se separaba de él, y justo cuando las cosas parecían acomodarse, se desmoronaban de nuevo─. Es solo que... estaba cansada, ¿sí?─destapó su rostro y lo elevó hacia su madre─. Y Will también. Lo único que quería es que tuviéramos una semana normal, que pudiéramos divertirnos una noche luego de toda esta mierda.

─Yo también quiero lo mismo, Morgan. ¿Crees que no deseo no tener que exponer a tu hermano con gente en la que no confío? ¿Crees que me gusta verlo conectado a esas... esas máquinas?─movió su mano desesperadamente─. Yo también quiero tener una vida normal, pero no se puede, y no puedes meterte en una burbuja de fantasía donde finges que no está pasando nada, porque luego pasan esta clase de cosas.

Morgan, por más que quiso, no fue capaz de discutirle eso. Tenía razón, podía fingir que todo estaba bien mientras pasaba las tardes con Eddie o con Robin, podía dejar de pensar en que el estado mental de su hermano empeoraba cada mañana, más no podía desaparecerlo. Al final del día, seguiría ahí, atormentándolos.

─Mamá─Will entró a la habitación, siendo cubierto únicamente por una toalla blanca alrededor de su cintura. Joyce forzó una sonrisa y alzó sus cejas antes de dirigir su mirada hacia él─. Está muy caliente.

THE SONG OF LOVE-STEVE HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora