chapter five: where is will?

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capítulo cinco: ¿dónde está will?
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Era lunes de nuevo y Morgan deseó morir en cuanto despertó, pues tenía que regresar a la escuela

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Era lunes de nuevo y Morgan deseó morir en cuanto despertó, pues tenía que regresar a la escuela.

Cómo todas las mañanas, se levantó, se bañó y se puso la ropa que ya tenía lista desde el día viernes. Un truco que había aprendido era cada fin de semana acomodar su ropero con los conjuntos que se pondría a lo largo de la semana siguiente para no estresarse al despertar.

Como último paso de su rutina matutina, se peinó un poco el cabello para que sus ondas estuvieran un más definidas y delineó la línea inferior y superior de sus ojos. No se detuvo a poner base o corrector para tapar sus ojeras, estaba feliz con ellas.

Al salir de su habitación pudo sentir el aroma de huevos revueltos y café. Se sentó en la mesa, en donde los platos ya estaban puestos, y Jonathan dejó un omelette.

─Se ve rico─alagó, tomando un tenedor para hacer trocitos su huevo.

Debido al horario pesado de su madre, los jóvenes Byers se turnaban para hacer el desayuno. A Jonathan le tocaba los días lunes, miércoles, viernes y domingo, y a Morgan el resto de la semana.

─¡Donde están!─ambos hermanos voltearon hacia el pasillo─. ¡Jonathan!

─¿Dónde están que?─preguntó Morgan con la boca llena.

─Las llaves─le respondió Jonathan y luego volteó hacia su madre─. Están en el sillón.

─Ya las busqué─refunfuñó Joyce, pero luego de buscar entre los cojines las encontró─. Aquí están─las mostró en sus manos con una sonrisa nerviosa─Bueno, amores─pasó al lado de Morgan y le dejó un beso en la cabeza y fue hasta Jonathan para darle un apretón en el hombro─. Nos vemos en la noche.

─De acuerdo.

Joyce iba a salir, pero se dio cuenta de que faltaba su hijo menor.

─¿Dónde está Will?─le preguntó a Morgan, quien estaba por meter otro pedazo de comida a su boca.

─Sigue dormido.

─Agh, Morgan, te dije que lo despertaras.

─No me dijiste─exclamó y Joyce la miró con reprimenda antes de caminar hacia la habitación de Will.

Jonathan terminó de preparar el desayuno, poniendo dos tostadas en los platos. Morgan le dio un trago a su jugo de naranja y escuchó los pasos de su madre de regreso.

─Si volvió a casa, ¿no?

─¿No está en su cuarto?─preguntó Morgan confundida y Joyce se giró a ella.

─¿Regresó a casa si o no?─vio a sus dos hijos fijamente, esperando una respuesta.

─N-no lo sé─contestó Jonathan, nervioso, tanto como Morgan, quien bajó su mirada al plato para picar con el tenedor el poco huevo que le quedaba.

THE SONG OF LOVE-STEVE HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora