chapter eleven: funeral.

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capítulo once: funeral
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Luego del inexplicable encuentro con Will, Morgan tuvo que correr hacia su casa, tanto que sentía que sus pulmones iban a colapsar

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Luego del inexplicable encuentro con Will, Morgan tuvo que correr hacia su casa, tanto que sentía que sus pulmones iban a colapsar.

Al llegar a su hogar, todo el miedo que sentía debido a su aventura por el bosque desapareció, dejando paso a la confusión. El auto de su padre estaba estacionado en la entrada y un gran hoyo decoraba la pared delantera de la casa.

Arrugó el ceño y apretó la correa de su mochila que se resbaló desde su hombro hacia su mano. Caminó hacia la entrada y al abrir la puerta, un fuerte olor a alcohol y tabaco inundaron sus fosas nasales.

─Por fin llegas, ¿dónde diablos estabas?─Lonnie, su padre, se levantó del sillón y caminó hacia ella, adoptando una falsa postura de autoridad─. ¿Y dónde está tu hermano? ─le cuestionó, mirando sobre su hombro. Había pensado que estaban juntos.

─Yo que sé─respondió cortante Morgan, encogiéndose de hombros.

Intentó rodear a Lonnie para ir a su habitación, pero este la sujetó del brazo con algo de fuerza para detenerla y regresarla sobre sus pasos.

─¿Dónde estabas?─volvió a preguntar─. Tu madre estaba muy preocupada.

Morgan miró sobre el hombro de su padre a Joyce, quien estaba con la mirada perdida mientras fumaba un cigarrillo. No parecía muy preocupada, más bien parecía que estaba en especie de limbo dentro de su propia mente.

─¿Y a ti que te importa?─le respondió finalmente a Lonnie, alzando su rostro un poco. No era ni 5 centímetros más alto que ella, pero no iba a agachar la cabeza en su presencia.

─No me faltes al respeto, soy tu padre─Lonnie la apuntó con su dedo índice y Morgan se hizo para atrás, separándose de él.

─¿Lo eres? ─preguntó irónica. Ese hombre estaba lejos de ser un padre para ella─. No me jodas─soltó una risa insolente─. Estoy cansada y quiero dormir, así que ¿puedes quitarte y dejarme pasar?

En realidad lo que quería era llamarle a Hunter y a Robin para contarles lo que había visto. Su intención era decírselo a su madre, pero se veía bastante alterada y, con Lonnie ahí, hablar con ella sería aún más difícil.

Lonnie iba a responderle justo cuando el sonido de un auto estacionándose afuera se escuchó. Morgan se giró hacia la puerta cuando por esta entró Jonathan. La menor pudo ver la urgencia en los ojos de su hermano cuando conectaron con los suyos, pero ver a su padre ahí lo desconcertó.

─¿Qué haces aquí? ─fue lo primero que preguntó.

─Se quedará a dormir─respondió Joyce por él, arrastrando las palabras debido a lo alcoholizada que estaba. Escucharla en ese estado hirvió la sangre de Morgan, puesto que sabía que eso era reacción a la precedencia de Lonnie─. Pero dormirá en el sillón.

THE SONG OF LOVE-STEVE HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora