chapter three: satanic

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capítulo tres: satánica.
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Para las cinco pm, la joven Byers ya había encontrado la excusa perfecta para huir de casa sin levantar sospechas

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Para las cinco pm, la joven Byers ya había encontrado la excusa perfecta para huir de casa sin levantar sospechas. Su madre iba a llevar a Will a sus terapias, así que le dijo que no se sentía tan bien como para acompañarla.

Una vez que estuvo sola agarró su mochila y sacó todos los libros de la cama de su habitación. Fue hasta la cocina y metió algo de comida para recalentar en topers. Se aseguró de que no se le olvidara nada antes de salir de su casa y subir a la bicicleta con dirección al bosque.

En el camino fue escuchando "Black in Black" de AC/DC. El viento hacía ondear su cabello suelto y esponjado. Desde la desaparición de Will, Joyce no le había permitido a Morgan salir tanto, algo que le afectó bastante al inicio debido a que salir en su bicicleta era de las cosas que más le gustaban. Le hacía sentir libre.

Antes de llegar a su destino paró su andar y escondió la bicicleta en un arbusto. Acomodó la mochila sobre su hombro y caminó un par de metros hasta que visualizó la pequeña cabaña escondida. Saltó la trampa que estaba entre los dos árboles para acercarse a la entrada y tocar tres veces el código.

Dio un paso atrás, esperando unos segundos hasta que la puerta se abrió levemente, dejando ver la cabellera risada que tanto ansiaba.

─Hola pequeña─sonrió cálidamente, entrando cuando la niña se hizo a un lado─. ¿Está Hopper?─preguntó, yendo hacia la mesa de la sala para dejar su mochila.

─Tarde─respondió Once, cerrando la puerta con todos sus seguros.

Morgan alzó las cejas─. Siempre tarde─sacó el toper de comida y se giró hacia la niña─. ¿Quieres comer?─Once asintió emocionada. Se había aguantado un buen rato por si su cuidador llegaba.

Morgan puso todo en la mesa de madera y sacó dos latas de Dr. Pepper del refrigerador para sentarse a comer con Once mientras le contaba cómo había estado su día.

Tres meses después de que recuperaran a Will, Joyce la había mandado a buscar a Hopper a su casa para llevarle una sopa de verduras, pues Flo, la secretaria del departamento de policía, les dijo que ya llevaba sin asistir varios días debido a que estaba enfermo. Vaya sorpresa se llevó cuando llegó a la casa del jefe y no lo encontró a él, pero sí a una Once bastante enferma. Dispuesta a obtener respuestas, se sentó junto a la niña y esperó a que Hopper regresara. Resultó ser que la había rescatado del frío invierno y que había faltado a su trabajo, ya que estaba en muy mal estado.

Luego de que le contaran todos los riesgos de que fuera vista, Morgan aceptó guardar el secreto, con la condición de que le dejara darle una vuelta tres días a la semana para saber cómo estaba. Poco a poco, Byers y Once fueron formando un vínculo, tanto que la menor ya esperaba los días de su visita con ansias, pues le llevaba comida hecha por Joyce─sobras, pero aun así deliciosas─, le contaba sobre como estaban todos y hacía muchas actividades que le ayudaban a ambas de distraerse.

THE SONG OF LOVE-STEVE HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora