Federico.
Mi padre es amigo de un joyero destacado en el país, he coincidido con su familia en diversas ocasiones desde mi adolescencia y nos han invitado a cenar hoy para celebrar no se que vaina... No me interesa, pero es totalmente necesario para continuar con la segunda parte del plan para destruir a la oposición que está retirando parte de sus caras visibles de la opinión pública...
Bueno, darle el último golpe al abogado cabeza visible del Partido del Pueblo. Aunque eso se va a tomar su tiempo.
—Fede, ¿estás escuchando lo que te digo?-. Pregunta papá.
Mi cabeza estaba en otro lugar pensando en algo distinto de lo que hablaba, no le he prestado una pizca de atención, los fuegos artificiales de hace unos días, aunque transmitidos por vídeo, me llenaron de alegría... Otro golpe contundente a ese fanfarrón.
—Perdón, ¿Qué decías?-. Regreso la mirada a mi familia que está en la parte trasera de la camioneta.
—Te estaba hablando de la relación de Estefan y Magda... Él me estuvo llamando para pedir apoyo con una demanda de la patria potestad de la niña que tienen en común—. A mi eso no me importa. —Quiere quitársela a la madre—. Agrega.
Estefan es un amigo de infancia, compartimos juegos hasta que él se mudó de vecindario cuando teníamos 10 años, reapareció hace unos años y después Magda le parió una hija... Las circunstancias del embarazo fueron escandalosas y confusas.
Por eso considero que es apropiado mantenerme al margen, suficiente tendrán con lo que espera a la hija menor.
Lo siento por cruzarse en mi camino y desatar la pesadilla que se crea, cuando te atraviesas por la vida de alguien que no soporta los obstáculos.
—Ajá, cuéntame más... A ver si me interesa lo que pase con esos dos—. Espeto mostrando mi desinterés.
—Me parece que Magda es un buen partido... Es linda, inteligente y la mujer que deberías tener a tu lado para que no digan que eres un perro solitario—. Manipulador.
—Hasta donde sé, puedo decidir en mi vida lo que se me dé la gana, no soy Max...
Lo siento por mi hermano, pero él es menor y está siendo controlado por mi padre y por mi... Dos malnacidos paridos por la ambición.
—Hey, se supone que eres mi hermano, Fede—. Me regaña. —Te cuento que la profe cedió a darme clases particulares, ya hice mi parte, espero que pagues con lo que prometiste.
Gente manipuladora y los Valencia: ambiciosos, calculadores y fríos.
—Felicitaciones, por fin estás actuando como todo un Valencia... Hermanito—. Le digo.
—Vale, ¿Quieres aprender a manejar arsenal pesado?-. Reitero mi pregunta y asiente.
—Desde el lunes te esperan en el polígono para que aprendas a armar desde la base pistolas, metralletas, reconozcas el calibre de las armas y los explosivos, su función, letalidad... En fin, todo lo que estés dispuesto a aprender—. Intentó intimidar para ver si se acojona. —Es pesado porque eres un niño, pero saliste más curioso y arriesgado que otros de la familia.
Clavo mis ojos en mi madre.
—Lo único bueno que hiciste madre, parir a dos Valencia uno más maldito que otro—. Mi madre ha sido consumida durante su vida por distintos vicios... son evidentes en su mirada dándonos como resultado una madre ausente, sumida en sus mierdas.
—No me trates así, que sigo siendo la mujer que te dio la vida—. Intenta defenderse.
—Por ti miré los ojos de la muerte, así que cállate y no estropees lo único bueno que todavía queda en esta familia—. Miro a Max.
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Ministro +21
RandomElla es docente, cursa una maestría en Historia y milita en una organización de izquierda. Ellos, tres hombres con defectos y cero virtudes, no entienden que el fuego y el hielo pueden convivir en un solo ser, resultando fascinante, atractivo para...