Capítulo 29.

100 14 4
                                    


Advertencia!!!

El capítulo trata contenido sensible, entre ello violencia intrafamiliar y abuso sexual. Lea sobre su propia responsabilidad y si está en alguna de estas situaciones busque ayuda con las autoridades de su país. 

Para el caso de Colombia las líneas habilitadas son 122, 155 y 123.

Narrador omnisciente.

El domingo en la bella y tropical Uldavia estaba despuntando en el horizonte. La ciudad despertaba o dormía, dependiendo los sucesos de la noche pasada, algunos hace un par de horas apenas y se fueron a dormir después de una larga y satisfactoria sesión de baile y alcohol desenfrenado.

Todos aman pasarla bien en la noche, pero detestan la resaca como consecuencia de su desorden.

En un apartamento en el centro de la ciudad un importante político del gobierno estaba en la cama junto a una docente de ojos amarillos que había hechizado su cuerpo y ardía en un deseo intenso.

Estaban con las extremidades enredadas en un amasijo de brazos, piernas y torsos que se unían de forma extraña, casi anti anatómica, pero con la convicción de que estaban cómodos en medida de lo posible, el alcohol y el sexo rápido adyacente al arribo a la casa los dejaron así.

Y ¿Quién somos nosotros para juzgarlos?

Unidos de formas extrañas descansaban en ellos, así como el destino caprichoso unía a otros dos cercanos al político y a la docente.

El capitán y la feminista, por su parte, estaban en una sesión coital de gran magnitud en la casa del capitán. Para ellos el sueño estaba sobrevalorado y podían estar despiertos uno o dos polvos más.

La bella morena está de espaldas con las manos agarradas por el guapo capitán que la nalguea a cada nada, le mete la gruesa y prominente verga en el canal con braveza e impetú.

—Viste que no te mentía, pequeña— se clava de forma brusca con otra estocada que le saca gemidos a la mujer—. Trabajo en el ministerio de Defensa, tengo un cargo de poder y otros negocios que tú vas a conocer cuando tengas mi absoluta confianza.

La mano que la nalgueo y le dejó al rojo vivo los cachetes del culo, se ensaña con su cabello y le sube el torso al máximo. Pega su espalda con el definido torso del capitán y ella siente cada músculo calentando más la situación, la estocada que el capitán le propina hace que lo sienta incluso más profundo de lo que antes había entrado en ella.

—¿Entendiste?

Le da otra estocada profunda y ella solo atina a gemir desesperada por el incesante placer que la recorre.

Él se detiene de forma abrupta dentro de ella, siente cómo los músculos de la vagina le exprimen la verga y cada vez se pone más duro, pero la necesidad de que le crea y confíe es más grande que las ganas de derramarse dentro de ella.

El confesar esa situación fue duro de aceptar, acarreo peleas cada dos por tres, la desconfianza de ambas partes era palpable, pero el amor en este caso arregla todo. 

¿Arregla? bueno es algo que preguntarse, pero esa obra en construcción que es su relación de ahí en adelante se va a fortalecer sin secretos ni trampas, con las situaciones claras, los pasos a seguir detallados y con la lealtad de ambos en un juramento que es irrompible. 

Van a traicionar a sus amigos, tal vez eso fue lo que Silvia pensó en algún momento, pero tras una discusión con el capitán, se dio cuenta que no era así, que el lado que más convenía para todos era ese y se convirtió en otra de las informantes del Ministro en el partido.

Ministro +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora