Capítulo 25.

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Federico.

Tengo entre las manos la invitación del colegio de Max, es un papel blanco con la V grabada en alto relieve, se siente suave al tacto, con los adornos dorados que llaman la atención, porque son sutiles y a la vez destacan por la elegancia que denota.

La academia Vincent 's tiene el honor de invitarlo(a) a la gala benéfica ofrecida por la casa de estudios en favor de aquellos con más carencias económicas.

Día 20 de julio de 2021.

Ministro

General Federico Valencia Fuertes y familia.

Salón de eventos de la institución.

Esperamos con ansias su presencia.                                                                                                    Gala formal.

La invitación es sencilla, con papel de la misma calidad que el anterior y con la información necesaria para conocer la intención de los organizadores.

—Tenemos que comprar los trajes, quedan pocos días para el evento— me dice Max con voz emocionada.

Levanto la mirada escrutando su expresión, mientras la mía se mantiene seria, tengo poco interés frente al evento.

—Ni te emociones, que tal vez ni siquiera vayamos— respondo con frialdad y él me da una sonrisa burlona—.

—¿Vas a dejar que Cadena pretenda abiertamente a Dayana en el evento?— mete el dedo en la herida.

¿Qué carajos come este niño para ser tan imprudente?

—No— resoplo—. No voy a dejar que ese tipo se le acerque, puede echar a perder mis planes— respondo con algo de enojo en mi voz—.

El simple hecho de imaginarme los labios del matemático en la piel de la activista me da gastritis.

—Lo suponía— me da una sonrisa de triunfo—, mañana tenemos que ir por nuestros trajes a una de las tiendas, haz la cita— dice con más emoción que antes.

Me vio cara de secretaria el enano este. Es el primer evento al que puede ir, evento para adultos y adolescentes que les abre la mirada frente a la sociedad en la que vivimos.

—Ni te emociones, porque no soy tu jodido secretario, pequeño— lo reprendo de inmediato—,además ¿Quién sabe?, tal vez decida ir solo y dejarme de complicaciones con adolescentes— lo pincho, para hacerlo enojar.

Lo consigo y una carcajada sale de mi boca sin poder contenerla.

—No hagas esas bromas, que me hace mucha ilusión ir a ese evento— responde con algo parecido al nerviosismo combinado con felicidad.

Después de unos días él logró sonreír de verdad, esta tarde lo miré sonreír mucho con la docente y no gestos torcidos que asemejan una sonrisa medio dibujada, sino una sonrisa verdadera que le arrugan las comisuras de los ojos.

—Tranquilo, mañana vamos a comprar la ropa— le digo.

—Está bien, estoy algo cansado, me voy a dormir Fede— se da la vuelta y empieza a caminar, pero a mitad de las escaleras se detiene y se volteó a verme—. Te quiero Fede— sigue su camino—.

Ese <<Te quiero >> de mi hermano, es la muestra de afecto que necesito para respirar, es la gasolina para mi podrido corazón que late envuelto en una ola negra de maldad.

Ministro +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora