Capítulo XXVII

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Pocos días pasaron luego de la fuerte discusión entre Volkov y Gustabo.

Horacio no había podido hablar con su hermano, pues este, las pocas veces que lo topaba, lo terminaba ignorando y dejando hablando solo.

Conway trataba de animarlo, también intentó persuadir a Gustabo para que dejara su orgullo de lado y arreglaran las cosas con Horacio, pero nada servía, nada lo hacía cambiar de opinión.

Su terquedad era tal que cuando Conway mencionaba al moreno, cambiaba de tema y hacía como que no escuchaba nada.

-Hijo... ya basta.

-¿Basta de qué? No sé de qué me hablas, Conway...

-De ignorar a Horacio...

-Uh, mira, un atraco en badulaque...

-Gustabo... ya para, coño. Que no es divertido verlo tan mal y solo por ti... por tus estupideces.

-No sé de qué estupideces hablas. Yo estoy bien contigo y él está de puta madre con su ruso de dos metros.

-¿Tanto te duele... que Volkov sea su novio? ¿De verdad...? Es decir... tú eres igual de importante, tú eres especial para él... tanto que no deja de buscarte, no deja de intentar hablar contigo y arreglar toda esta mierda... Vino aquí solo por ti... te lo dije y te lo vuelvo a repetir, ese chico está aquí por ti... además, ¿Por qué no lo buscaste? Recuerdo que Volkov dijo que desapareciste y no volviste a Los Santos luego de lo de Toni Gambino... ¿Por qué...? ¿Dónde cojones te metiste?

-¿Por qué tanto afán en meterte en esto?

-Porque no soporto ver que Horacio se la pase detrás tuyo y tú ni en cuenta.

-Pues sí, literalmente se la pasa con él todo el maldito día, todo el tiempo, duermen juntos hace un cojón y medio de tiempo y yo... creí que pasaría más tiempo conmigo, porque vino por eso, para estar conmigo.

-¿Y por qué lo evitas entonces? Quieres que él deje de estar con Volkov pero te busca y tú te haces el puto sordo. Espabila ya, gilipollas. Que terquedad de mierda la tuya...

Estaciona en garaje central.

-De alguien tuve que heredarla...-murmuró mientras se giraba hacia la ventana del coche.

-No, no, no vengas a culpar a la genética, Gustabin. Escucha, hijo... Él se va a cansar de intentarlo... y cuando lo haga... cuando se haya dado por vencido... tú no vas a hacerlo cambiar de idea... Porque él se va a cansar en cualquier momento porque ve que no hay ningún avance contigo...

-A Volkov le rogó... ¿Qué? ¿Cinco años?

-¿Crees que Volkov lo hacía por gusto? Volkov ha pasado por mucho desde muy pequeñito... desde que era solo un crío tuvo que aprender a sobrevivir y maduró muy rápido... no sabía qué era el amor, pero aprendió con Horacio, de a poco...-suspira y gira hacia Gustabo-Yo sé que ustedes dos también tuvieron que... robar para poder tener algo para comer, algo qué vestir... cuidabas mucho a Horacio por ser menor que tú, quizás... hasta le dabas más a él de lo poco que tenían... no lo sé... siempre lo protegiste, a pesar de que se peleaban... como esa vez en que se pelearon por lo de los disparos en las piernas de Horacio... como ahora... a pesar de todo, volvían a estar unidos como siempre. ¿Por qué ahora no...?

-Porque... porque...-Estaba empezando a subir el nivel de su respiración y de sus latidos-Le... tengo envidia a Volkov... ¿Vale?-Muerde sus labios unos segundos-Él... creo que ahora conoce mejor a Horacio que yo... ha estado con él... ha vuelto de su puto país solo por él... lo ama... y yo ya no sé ni qué significa eso... Ya no sé si él me ama a mí... o si ya el ruso me reemplazó por completo.

¡Gustabo, me gusta tu hermano! 《Volkacio》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora