¡Gustabo, me gusta tu hermano! 《Volkacio》

Capítulo VIII

—¿Ah, no, Gustabin?

—Que no, que no, yo te juro por mi padre, es decir, por ti, que no soy Avispa Culona.

—¡¿Y yo por qué coño tendría que creerte, capullo?! ¡Borra el tweet!—Le da un golpe.

—¡Pero, pero bueno~!—Se aparta y se aleja de su padre.

—Conway, cálmese—El comisario Gordon trataba de calmarlo sin acercarse mucho para no llevarse una piña de regalo.

—¡Borra el tweet o te quito la herencia!

—¡¿Komooo?! Coño, que no soy yo...—se defendió riéndose.

Volkov los veía algo alejado. Esas peleas que tenían se le hacían cada vez más familiares, se sentía... como en casa...

Pero faltaba alguien ahí para sentirse pleno. Horacio.

Eran ellos... No había ninguna duda.

Además, Gordon un día lo llamó diciéndole que si podía hacer una investigación sobre los tweets de Avispa Culona, la cual hacía tweets y subía fotos y montajes con la cara de Conway, cosa que obviamente le molestaba mucho al último mencionado. Gustabo había pedido esa investigación.

Sí, allí descubrió que el nombre de García era Gustabo...

El Gustabo que buscaba su Horacio. Aunque este no parecía estar buscando al de cresta como creía que lo haría luego de todo lo que le contó Horacio de él y su relación fraternal.

Deseaba que Hache estuviera ahí para poder aclarar todo, para ver si esos de verdad eran los de las fotos de su móvil, si ese Gustabo era a quien buscaban y no solo una casualidad que se apellidara igual.

—¡Buenos días, Inspector Volkov!

—Oh, buenos días, Santoyo...

La chica le sonreía. Pero notó que estaba algo diferente al día en que patrullaron juntos.

—¿Está bien, inspector?

—Eh, sí, sí, estoy de puta madre—Mira a Santoyo, quien no muy convencida giró hacia donde hace unos segundos veía el inspector.

Vio a los dos agentes de secreta que estaban discutiendo.

—¡Quita el tweet, hijo de la reverendísima puta madre!—Saca la porra.

—¡Joder, que no soy yo, que ya te lo he dicho!

—Muéstrame el móvil, anda.

—¿Komoo? Pero por supuestísimo que no, es mi privacidad.

—Entonces sí eres Avispa Culona.

—Que no, que estoy como Gustabo García.

—Es que no sabes ni mentir, ¿Dónde se fue el pico de oro que traías?

—No sé de qué me hablas, Conway.

—Pico de oro...

Eso le hizo pensar al ruso.

—¿Los conoce?

—Bueno... Los conocía... Un... compañero ha estado buscando al señor García, pero también es cercano a Conway.

—Ah, ok... pues debería avisarle que ya los encontró, ¿No?

—Santoyo.

—¿Sí, Moussa?—voltea hacia su compañero.

—Nos han emparejado, vamos a patrullar los dos. Ah, buenos días, Inspector Volkov.

—Buenas, Moussa.