❝ 𝘈𝘧𝘳𝘰𝘥𝘪𝘵𝘢 𝘋𝘢𝘯𝘢𝘪𝘴 , era la personificación de la belleza y elegancia. Hija mayor del Duque Danais,fiel servidor de la familia imperial e Imperio. Considerada como el ideal de belleza para mujeres,encantaba a cualquier hombre que se lo...
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Esta biblioteca era mucho mas grande que cualquiera que hubiera visitado, pero muchísimo mas grande. Las estanterías repletas de libros y unos cuántos pergaminos tenían escaleras para alcanzar los libros que estaban en lo más alto y hasta un segundo piso que parecía ser una zona privada. Quedó maravillada con este paraíso como ella llamaría y sus ojos brillaron. Decidió por ir a por un libro nuevo, un género y tema del cuál no supiera y en el que estuviera interesada pero era difícil dar con un libro con esa descripción porque ella sabía de todo. Es que literalmente de todo tema sabía al menos lo básico pero le encantaba aprender idiomas y de culturas extrajeras como del reino desértico de Luipt. Del cual en el continente de Wol no se sabía mucho pero le fascinaba todo por las fábulas que contaban los comerciantes y lo que estaba escrito en libros. Al revisar en una de las filas de la última estantería, encontró un libro de portada púrpura y con un título escrito en un color parecido al oro.
"¿Quién es el verdadero culpable?"
—Interesante.—murmuró tomando ese libro sentándose en una de los sofás en la zona de lectura que había, se notaba que uno u otro de los emperadores le gustaba la literatura y pasaba tiempo aquí. Habían muchas hojas con notas que no parecían de los eruditos.
Trataba de la historia de un hombre poderoso que se casó por obligación con una mujer inteligente, como esto ya fue planificado hacía tiempo por las familias de ambos se conocían desde pequeños y siempre trataron de llevarse bien. Al él asumir el cargo de poder de su padre en el reino tras su repentina muerte, él y ella empezaron a mandar en el estado y lo hicieron perfectamente como gobernadores pero se sumergieron tanto en que debían ser suficientemente buenos reyes que lo hicieron pésimamente como matrimonio. El tiempo pasaba y su relación no mejoraba, él abrumado por todo lo que estaba ocurriendo decidió aclarar sus ideas yendo al mercado a hablar con los lugareños y pasarla bien en la taberna. De camino como siempre hubo, estaba el puesto de la venta de esclavos, siempre mujeres y loas compraban nobles que les cegaba el poder. Capturó la mirada de la joven que se estaba subastando, era un ángel que había sido golpeado por la humanidad y que esa mirada y actitud le recordó cuando su esposa le mostraba el cariño cuando eran jóvenes como amigos. La compró y llevó a palacio, el plan principal era solamente tenerla ahí hasta que estuviera estable pero eso no fue posible si su esposa solamente le hacía la vida imposible. Aunque lo entendía, pero era ciego y ella tampoco hacía mucho y tampoco se dio cuenta y escogió el camino fácil. Él no amaba realmente a la esclava que se convirtió en consorte, amaba la parte de su esposa que veía en ella y se dio cuenta de eso demasiado tarde. Y cuando trató de recuperarla cayó en la miseria y el reino se convirtió en tierra una vez más..."
—¿Qué lees Afrodita?
Era el emperador. Estuvo tan absorta en la lectura del libro que no se dio cuenta de la noción del tiempo y tampoco de su presencia, de inmediato dejó el libro y reverenció a su majestad.
