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05

Quien se esconde bajo una máscara

Envió hace unos días a uno de sus hombres más confían les a que investigará a la que sería la próxima y primera emperatriz de occidente en la historia,podrían ser sólo nervios o la forma similar que tenía de hablar la futura emperatriz pero se imaginó todo menos lo que le tenía preparado el marqués Karl.

—¿Como que no han encontrado ningún tipo de información?

—Así es su majestad,nadie ha oído hablar de esa mujer antes,incluso en Occidente.—respondió el marqués.—Tiene un pasado blanco,no hay nada.

—Eso es...extraño,puedes retírate.

—Si,su majestad.

Era efectivamente muy extraño esto,se le ocurrían un sin fin de posibilidades dentro de su mente que podrían encajar dado a que seguramente el emperador Heinley quisiera proteger la reputación de la casa occidental.La más acertada era que o la señorita Basileus era de clase campesina o una esclava y quiso ocultar ese pasado dándole otro nombre o simplemente ocultándole al mundo quien era esa mujer.La razón por que él querría no hacer saber al mundo del ya incierto pasado de aquella mujer,sería porque después de Rashta.Los que tuvieran un origen de clase baja o esclavo y que de repente ostentaran poder y riquezas era visto como algo malo por la sociedad aún más.

—Me pregunto que tipo de mujer será,no tuve mucho tiempo de hablar con ella.

Se dijo a sí mismo y por las razones anteriores, decidió no insistir más en el tema y dejarlo ahí.No tenía porqué indagar en el pasado de alguien quién no ha hecho nada malo de momento,suponía que con esto calmaría a la emperatriz. Y hablando del Rey de Roma,ella justo venía él sobre este mismo asunto.

—Entonces,¿hay algo con es mujer?—pregunto inquieta la emperatriz.

—No hay información previa sobre ella,seguramente sea de origen esclavo o una clase baja de occidente y por eso la ansia de ocultar el pasado.—dijo.—Navier, no pienses mucho en este asunto.

—Está bien,iré a mi oficina ahora por si necesitas otra cosa más y en una hora iré a prepararme para cena de esta noche.

—Nos vemos después emperatriz.

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La noche previa al gran banquete del último día de la celebración de Año Nuevo,se celebraba una cena exclusiva con los invitados más importantes y distinguidos que habían.Como por ejemplo,el emperador Heinley,el gran duque Kaufman o la princesa Circe pero al contrario de lo que muchos pensaban la señorita Basileus si asistirá a la cena y sin duda se llevará toda la atención.

—Señorita Lilith,futura emperatriz de Occidente,me alegra conocerla en persona finalmente.—saludó el duque Kaufman secamente.

—El gusto es mío gran duque,he oído muchas cosas sobre usted.—respondió Lilith.—¿Se ha graduado de la escuela de magia con honores?

—Efectivamente.

—Es impresionante,ojalá fuera yo si en todo caso tuviera algún poder.Seguramente fue una experiencia increíble.—sonrió.

La cena transcurrió normalmente,mientras todos comían y bebían alegremente con todos y se conocían mejor. Hablaban sobre temas cotidianos,y en todo caso los extranjeros de cómo era sus ciudades o en el reino u imperio en el que residían y ejercían aquel cargo.Esta cena era solamente formal para poder conocer a todos,además de que los asistirán mañana al banquete.

—Sus majestades,fue un placer llegar a conocerlos más.Aspiro a ser una emperatriz tan perfecta como lo es la emperatriz Navier.—saludó las manos con la nombrada.—La admiro tanto.

—Espero que así sea.

Quien hace tan solo cuatro días se presentó a la sociedad, se había ganado a medias la confianza del emperador y la emperatriz de Oriente a quienes iba a destruir.Cundo se miró en el espejo,notó que su color de cabello no había cambiado así que era cierto lo que le dijo Heinley. Este tinte solo se quitaba con agua bendita,solo quedaba poco tiempo para cumplir su único objetivo y desvanecer de la faz de la Tierra para siempre esta vez.

—Hay que tener paciencia,no podemos desechar todas las vidas de las personas que se nos confiaron,Heinley.—comentó mientras se preparaba para dormir a quién sería su "esposo".—Lo unció que me apena,son los jóvenes principles quienes son ignorantes y esa es su única bendición.

—Tenemos algo reservado para ellos dos,Mckenna y Ergi se encargarán de ello.

—¿Ergi?—repitió.—¿Y cuál es el plan?

—Este no es lugar para contarlo,las paredes nocturnas no son seguras para secretos estatales.

—Si tú lo dices,estoy cansada y deberíamos dormir.

—A tus ordenes.

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—Eso es lo que dijo el emperador Heinley,si hacemos esto desestabilirizaremos a Oriente y podremos ganar definitivamente en la guerra .—comentó el sirviente azul.

—Tus palabras son ciertas,aunque ellos se olvidaron de mí hace tiempo.—dijo sumido bajo el alcohol.—¿Sabes que ella no dudó ni un momento al dejarme por Heinley?

—Duque Ergi,por favor...

—Se aburrió de mí y se desechó de mi también como si fuera un juguete al igual que el emperador Sovieshu.

Dejó la quinta botella de cerveza sobre la mesa,estaba completamente borracho para suprimir las penas de su corazón.Si su amada no estaba con el,debí dejarla ser feliz con quien fuera por más que le doliera a él.

Ella era su mundo.
Su esperanza en este cruel mundo.
El no podía tomar venganza contra el.

Pero ellos sí y no dudaban de hacerlo.

—Eso es todo,tenemos que planear todo hoy Ergi por favor.—suplico Mckenna.

—Vale,vale déjame darle una ducha y quedarme más o menos sobrio y empezamos.

No puedes confiar en nadie porque nunca sabras diferenciar la verdad de la mentira,este mundo está gobernado por los siete pecados capitales y el primero llegó hace mucho tiempo.Como en efecto,nada es lo que parece ser ni lo que consideras realidad puede serlo el final de esta historia no será como pensaréis .