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Demasiado bueno para ser verdad

—No te reconozco,¿ a dónde se fueron tu inocencia y sonrisa brillante que me cautivaron?—tomo el rostro de la consorte que solo podía llorar ante esa situación

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—No te reconozco,¿ a dónde se fueron tu inocencia y sonrisa brillante que me cautivaron?—tomo el rostro de la consorte que solo podía llorar ante esa situación.

—S-su majestad,le juro por mi vida que no fui yo quien le dio esa caja de galletas a la emperatriz.Enserio...no fui yo,créale a Rashta se lo suplico porque le amo.

Soltó aquel rostro susurrado por los ángeles y tomó la mano de Afrodita antes de irse,antes de que esa mujer se rompiera en pedazos en la soledad de su habitación.El camino hacia los aposentos de la emperatriz fueron un tanto largo y silencioso,podía sentir el dolor de traicion y tristeza en los ojos de su amado hombre.No soportaba verlo en este estado por cualquiera,menos por esa horrible mujer.Pero también sabía,lo intuía que no era el momento correcto para palabras de consolación ni de nada ahora mismo.Agarraba su mano con fuerza,como si pensara que ella se iría de él,como si nunca quisiera dejarla ir otra vez,como si en el momento en la que la soltase se desvanecería de su vida.Pasaron de largo la habitación de Navier y esta si no mal recordaba era la de él,Sovieshu.

—Su majestad, esta no es la habitación de la emperatriz.—dijo al ver la puerta,que reconocía como los aposentos de él.

Los emperadores tenían sus propios dormitorios aparte del que estaba entre de los dos que era el compartido usado para el coito y normalmente para la noche de bodas.Ese era estrictamente usado solamente entre los emperadores y ni concubinas o consorte podían acceder a la habitación más que los propios emperadores en el que caso que hubieran. El coito con las concubinas se debía dejar para la habitación del emperador solamente y ninguna más.Era un tradición bien respetada al paso de los años.

—Iremos luego con ella,ahora solo quiero dormir a tu lado.Quiero oír esa dulce voz tuya para dormir y escapar de mi mente.—parecía agotado mentalmente,esos ojos entreabiertos solo pedían socorro y ayuda.

Lo ayudó a tumbarse y ella se sentó junto a él,mientras acariciaba su torso y rostro.Cantando con una melodiosa voz una melodía junto con palabras bonitas.

—Eres una verdadera bendición,enserio ya no sé como sentirme y llevar este maldito puesto de emperador.Siento que soy un fracasado.—continuó.—Le prometí a Navier que no sería como mi padre,que no lo sería y aquí estoy.Además de haber roto mi promesa no traer una concubina,llorando frente a la mujer que más amo.

—Más bien me alegra que lo hagas,así no pareces alguien sin sentimientos aunque está bien que sueltes lo que sientes de vez en cuando.

—Pero los hombres son deberíamos actuar así...

—En absoluto,somos iguales todos independientemente del género y merecemos la igual de seres humanos.Los estereotipos dan igual,solo lo que sientes en el corazón.Además..-le dio un beso en la frente.—Así eres más humano,tienes que aprender a quererte y apreciarte un poco más.

—Es que me arrepiento de no haber hecho las cosas bien desde el principio.—dijo.—¿Como puedo recompensarte? En serio,sin ti ya me habría perdido en el camino de la locura.

—Sovieshu,no hay de nada de lo que tengas que arrepentirte.Solo quisiera ver esa sonrisa de antes en tu rostro,con eso es suficiente.

—Gracias.

Después él se durmió abrazado a ella,quedó inmortalizado ese pequeño momento,que para otros podría haber sido insignificante pero para esa pareja era como cruzar un umbral más en su relación.Llegar más allá de este mundo.

|•••|

Los carruajes para Lady Rashta llegaron,la iban a llevar a un palacio muy lejos de la capital donde le daría todo lo que necesitara pero del cuál no podría salir.Afrodita en vez de disfrutar este momento,se apenó por la mujer.A pesar de todas las atrocidades que hizo en el final todo fue por protegerse a ella y a su hija en ese momento,miró la escena de despedida de la princesa y ella.El bebé reía en los brazos de su madre,pero ella se contenía todo por no llorar enfrente de su pequeña Glorym. Ni el emperador,ni siquiera sus damas de compañía vinieron a despedirla.Estaba sola y no creía que alguien merecía estar así por más cosas "malas" haya hecho.

—Mamá tendrá que irse,lo siento muchísimo Glorym.—se la entregó a la nodriza,la cual se fue nada más tener a la bebé en brazos.

—Rashta,parece que te vas a ir ya.No quise que acabara así pero me obligaste a hacerlo cuando decidiste atentar con la vida de la emperatriz.

—Quiero decirte ahora de verdad que yo no fui,si sabría a quién culparían primero sería a Rashta por la mala relación con la emperatriz.

—Eso no te excusa,¿tienes pruebas?

—No pero bueno,ya no se puede hacer nada, ¿Me puede prometer algo?

—Depende de lo que sea.

Ahí es cuando busco algo en su bolsillo y sacó una caja de madera,con un pequeño tintineo dentro y se lo dio a Afrodita.

—Dáselo a Glorym cuando crezca,no permitas que sufra en este palacio por favor.

—Rashta...

—La princesa Glorym es lo único que me queda en este mundo,quisiera verla crecer pero como ves ya no es muy posible que digamos.

—Está bien,que tengas un buen viaje.

Se adentró en palacio dirigiéndose a su habitación,guardó la vía en uno de sus cajones y en ese momento alguien tocó la puerta de habitación.Era un mensajero del duque Ergi,traía una carta para ella.

"Espero que estés bien,veámonos a la medianoche en el bosque.Se que sabrás dónde encontrarme."

De inmediato escribió en le dorso del papel una respuesta.

"Claro que sí"

El mensajero se marchó nada más recibir la carta,ella sabía lo que él duque tramaba.Bueno,ella y dos mas pero esos no eran de importancia en ese momento.

Bueno,ella y dos mas pero esos no eran de importancia en ese momento

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𝘼𝙁𝙍𝙊𝘿𝙄𝙏𝘼 𝘿𝘼𝙉𝘼𝙄𝙎  ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora