❝ 𝘈𝘧𝘳𝘰𝘥𝘪𝘵𝘢 𝘋𝘢𝘯𝘢𝘪𝘴 , era la personificación de la belleza y elegancia. Hija mayor del Duque Danais,fiel servidor de la familia imperial e Imperio. Considerada como el ideal de belleza para mujeres,encantaba a cualquier hombre que se lo...
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Se encontraba investigando más a fondo el incidente de la rebelión a palacio,en el mismo en el que casi perdía al amor de su vida y la vida de toda su familia estuvo amenazada por los soldados rabiosos.Habían rumores no confirmados de que alguien estuvo incitando al ejército actuar de esta manera,quien les dio estas ideas a ellos.Parecían estar protegiendo la identidad de esta persona,lo que frustraba al hombre emperador.Revisaba unos informes que le habían traído sus comandantes ,todos decían lo mismo.
"Podemos confirmar que el misterioso jefe de este asunto no es de nuestro gran imperio sino del Reino de Occidente por cómo hablan y él tipo de vestimenta que describían los confidentes"
—Qué fastidió.—murmuró a sí mismo.
Hubiera sido muchísimo más fácil si esa persona fuera de origen oriental,porque si era extranjero si culpaba al equivocado podría resultar todo en un malentendido y habría en el peor de los casos una guerra entre los dos países.
—Es verdad.—se dio cuenta de algo,mando a llamar a la emperatriz y Afrodita.—Siéntense ,tengo que hablarles de un asunto muy importante.
Ambas se sentaron un poco desconcertadas del porqué las había convocado en su oficina,no tenían ni idea de la razón.
—Su majestad,¿por qué nos ha llamado venir?—pregunto Afrodita.
—Quiero hacerles una pregunta,respóndanme con solo la verdad.—parecía muy serio.—¿Ustedes creen que el principe Henrey sea una amenaza para el imperio?
Navier se mantuvo callada pero Afrodita escogió bien sus palabras,manteniendo en mente que era un principe del cuál iba a hablar y todo lo que había hecho en palacio.
—No sabría decirlo con certeza,pero la última vez que mantuve una conversación con el principe me dio una sensación de resentimiento.—dijo ella,miró a Navier.—Por no haber tenido éxito en su plan de cortejo a la emperatriz,pero sinceramente creo que es capaz de eso.
—Bueno,¿y tú,Navier?—se dirigió a la emperatriz.
—El principe Henrey fue muy insistente y creo sospechar que de alguna forma se hizo con la idea de que tenía un interés romántico de él.
—Bien,podéis retiraros y,Afrodita prepárate para esta noche porque dormirás en mis aposentos.—mencionó el emperador.
—Si su majestad.—ella se retiró de la habitación junto con la emperatriz,las dos decidieron ir a dar un paseo por el jardín.
