Capitulo -14

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Daishinkan al sentir el beso de Airi, no se apartó, la dejó que lo besara. Bien pudo evadir ese beso sin problemas, pero no quiso. Y si, el tenía conocimiento de que ese acto era muestra de un afecto en específico; no era ajeno a ese conocimiento.

Un beso tenue y delicado, apenas un toque de sus labios con los de ella; fue como una caricia suave. No tardó ni siquiera más de un par de segundos, pero bastó para hacerlo cerrar sus ojos, parpadear de un par veces lento y mirarla cuando Airi ya se había apartado.

Airi lo miraba como esperando una respuesta de él, le dijera algo, reaccionara o cualquier cosa de parte de Daishinkan, pero él solo la miraba con atención.

Daishinkan suavizó su mirada al ver que ella bajó un poco la mirada apenada por lo que hizo, le sonrió, se acercó, colocó su mano tras la cabeza de Airi para acercarla y le dió un beso en su frente. Inmediatamente Airi cayó dormida, él la fue dejando caer lentamente hacia atrás para recostarla, con ayuda de la mano que tenía detrás de ella. Con especial cuidado la arropó con la manta de nuevo y se echó para atrás a volver a sentarse en el mismo lugar. Miró a la ventana y allí seguía el gato viéndolo con atención, le volvió a maullar, Daishinkan ladeó apenas su cabeza y le dijo algo en voz baja.

-Esto queda entre tu y yo, pero claro, tu no hablas -le sonrió ladino para dirigir de nuevo la mirada hacia Airi que dormía gracias a su poder que utilizó sobre ella.

En la mañana tal vez pensaría que solo fue un sueño el beso que le dió a Daishinkan, pero si así no era, igual le agradaría. No fue desagradable eso que hizo Airi con él, todo lo contrario, le pareció algo dulce, tierno y que dejaba en visto lo que ella pretendía y que él le movía dentro.

La verdad no sabía que tenía él que tan fácil movió un sentimiento como ese en esa joven, lo único que hacía era ayudarla o acompañarla, tal vez era eso, esas simples atenciones eran suficientes para sembrar la semilla de ese sentimiento en una humana como ella. Aunque también creía que solo era admiración, por ser él un ser que ella jamás había visto y veía como impresionante para sus ojos; prefería pensar que no era eso, la verdad le resultaría gratificante y bastante agradable que solo era un sentimiento pasional y amoroso hacia él. Un ángel no está hecho para ser admirado, en cambio solo sirve casi como un esclavo, aún siendo de mayor poder, no eran admirados por nadie, talvez envidiados en ese poder, pero no lo otro. Aunque relevancia no le daban a esos asuntos, ellos solo iban y venían cumpliendo sus roles en la creación y ya, el resto no era importante el lo absoluto.

En la mañana cuando Airi despertó, Daishinkan ya no estaba a su lado. Despertó con la cálida sensación del beso de él en su frente, porque si, ella si recordaba que lo besó y que él también a ella.

Pensó que se había ido, por lo que se levantó para ir a trabajar, se duchó y bajó para irse, cuando estaba por llegar a la puerta dió un pequeño brinco al oír su voz a sus espaldas.

-Pensé que se había ido -le dijo Airi al darse la vuelta.

-Yo le dije que le ofrecería mi compañía por la noche -le dijo Daishinkan.

-Pero el sol ya salió hace rato, la noche ya acabó, por eso lo pensé -señaló ella tomando sus llaves de la mesa que estaba en la sala, dónde Daishinkan estaba de pie con las manos tras su espalda.

-Un rato más no hace daño... -sonrió- Me parecía grosero de mi parte irme sin...

-Despedirse -lo interrumpió Airi- Ya me lo había dicho.

-Tambien me parece insolente, pero de su parte interrumpirme cuando hablo -le señaló él con el rostro serio.

-Perdón -le sonrió como diciendo "olvídalo, no lo vuelvo a hacer" -¿Me acompaña de camino? Claro, si no es mucho pedir.

Yo No Te LlaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora