Capitulo -28

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Su hermana menor llegó junto con su tía y esposo. La pareja de inmediato solo pedía explicaciones respecto a donde estaba y todo el asunto, más no les prestaba atención. Airi solo escuchaba lo que su hermanita le decía.

-¿Por qué te fuiste sin mí? -fue lo primero que le preguntó.

-Tuve que hacer algo, pero siempre quise volver. Jamás te dejaría, te lo he dicho muchísimas veces -le contestó mientras la tenía abrazada contra su abdomen.

-¿Y si un día tienes que irte y no puedes llevarme contigo? -le cuestionó mirándola a los ojos mientras se abrazaba muy fuerte a la mayor.

-Nunca ocurriría eso... -murmuró mientras acariciaba la mejilla de la pequeña.

Luego de eso les dió una explicación razonable a sus tíos respecto a donde estaba y porque no logró avisar. No era la versión que Toan escuchó, pero prefirió mantenerse al margen y solo quedarse callado mientras ella se explicaba. No dijeron más y se fueron luego de eso, llevándose a la pequeña con ellos.

-Eso no es verdad -le dijo él luego de que ellos se fueran.

-Ellos no entenderían. Además, creo que no nos beneficiaria en nada -se refería a asuntos legales respecto a la custodia que aún exigía de vuelta.

Ese asunto... Toan apretó los labios tratando de no decir lo que sucedía ya que se involucra una supuesta desaparición que terminó siendo ella quien se fué. Eso no favorecía en nada, además, no podía darle a un juez esa versión que le dió a sus tíos. Allí debía decir la verdad y nada más que la verdad. No quedaría bien.

Toan prefirió callar y no decir nada por lo menos esa noche, en la cual varias cosas le cayeron de golpe, asimismo estaba un poco indispuesta.

-¿Qué pasa? -le preguntó Airi a él al ver que guardó un silencio delatador.

-Luego hablamos de asuntos legales. Deberías descansar. Me gustaría acompañarte y cuidarte en ese estado, pero sé que no me dejarás -se levantó dando indicios de que se iría.

-Ajá, luego hablamos -entrecerró los ojos, sabía que algo ocultaba. Se levantó y fué a abrir la puerta- Hasta mañana -le dijo desde la entrada mientras se apoyaba de la puerta.

-¿Mañana? -repitió justo cuando iba a abrir la puerta de su auto que estaba estacionado frente a la entrada- Está bien -se giró y le sonrió- Estaré aquí mañana.

Cuando se fué, Airi encendió su teléfono celular; de inmediato llegaron cientos y cientos de mensajes, notificaciones de llamadas perdidas, etc. De su tía, de Toan, de su amiga, de su trabajo. Miró todas y cada una con una calma sublime. Suspiró profundamente y se levantó a buscar un medicamento para apaciguar los malestares generarles y luego solo se fué a dormir.

Tal vez muchos dirían que era una despreocupada para dormirse tan fácil con tanto problema desatado y haciendo alborotos en su vida dejando un torbellino de dilemas, pero en realidad su cansancio era mayor a todo eso; incluso mayor a ella.

-Los metiste en problemas -acusó Whis a su hermana mayor Cus- No solo a él, sino también una mortal, querida hermana.

-No los he metido en problemas, Whis. ¿No logras comprender? -le recriminó por décima novena vez en la conversación.

-Siempre haz sido movida más por el sentimentalismo que por la imparcialidad que nos exige el cargo -decía Whis mientras con las manos tras la espalda la miraba fijamente reprochando con solo la mirada- Es tu dilema, hermana mayor, pero lo involucraste a él; a nuestro padre.

-Tu te haz involucrado en dónde no te corresponde, Whis -contestó Cus- Esto era entre padre y yo solamente, no tú.

-Involucra al universo que custodio -la detuvo- Tu, un ángel de otro universo se metió con un mortal de este universo, involucrando también al Gran Sacerdote. Te haré solo una pregunta, ¿Qué imagen te deja esto ante Zen Oh Sama? -le cuestionó de manera muy acusante.

Yo No Te LlaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora