ENAMORANDOME DE ELLA

SUMISA POR PRIMERA VEZ

-Te apetece juga?.- pregunta la desconocida, su voz sonaba profunda y sexy y olía divinamente.

-Claro por que no.- dije decidida, sin embargo, no se por que sentía que esa voz la conocía, la habia escuchado antes?

-Sígueme.- me dijo mientras me agarraba de la mano para ir a una sala privada, no se podia ver mucho, ya que las luces en esa área del club eran muy bajas y la habitación era oscura.

-Y bien?.- dije.

-Desnúdate.- me dijo mientras se alejaba de mi.

Nunca e sido sumisa, yo siempre domino, pero esta vez por alguna extraña razón esa mujer hacia que quisiera probar un poco de sumisión y asi fue. Empecé a quitarme la ropa de forma provocativa para llamar su atención y asi provocarla, tenia toda la intención de pasarla bien con aquella desconocida y me propuse que asi seria y para ello, debía ser inolvidable, ya que no pensaba volver a verla.

Me habia quitado toda la ropa, sabia que aquella desconocida estaba atenta a casa uno de mis movimientos, era realmente extraño pero me sentía sumamente atraída hacia ella. Se habia parado en un rincón de la habitación, haciendo que su rostro fuera cubierto por la oscuridad, lo cual ha impedido ver sus facciones, pero su cuerpo era perfectamente visible, su silueta ante la poca luz que habia, con lo poco que habia visto su cuerpo estaba entrenado, era alta y con un trasero espectacular.

Podía sentir todo mi cuerpo caliente, como si estuviera sufriendo de una alta fiebre, pero simplemente era lo que la mujer provocaba en mi. Nunca habia sentido algo igual en todo el tiempo que he disfrutado del sexo.

-Piensas quedarte ahí de pie como una estatua o piensas jugar?.- Dije cruzándome de brazos.

-No hay afán.- Dijo.

-Si no piensas hacer que me divierta esta noche.- dije recogiendo mi ropa.- entonces lo mejor es que me vaya a buscar diversión a otro lado.

-Detente.- dijo con rudeza, esa voz...¿Dónde la he escuchado?, mi corazón late a mil y no se porque.

-Tu no eres nadie para detenerme.- Le digo furiosa por la manera en que me exigió que me detuviera.

Iba a colocarme la ropa cuando siento que soy arrastrada a la cama, el sentir el roce de sus finas manos en mis muñecas fue extraño, sentí una corriente por mi columna, pero también sentía deseo. Me encontraba acostada en la cama con mis manos sujetadas por encima de mi cabeza, la desconocida habia apoyado su cuerpo sobre el mío impidiendo que hiciera cualquier movimiento para irme. Fue ahí cuando sentí que algo presionaba mi vientre, y el sentirlo me hizo que me excitara como nunca. Ella era intersexual.. esto seria genial.

-Que crees que haces?.- le pregunte.

-No sabes cuanto te deseo!.-Dijo con su voz ronca.

-Pues ahora no tengo interés alguno en pasar la noche contigo.

-Estas segura?.- dijo mientras acercaba su rostro a mi cuello dando pequeños besos en esa zona, sentí cosquilleo por sus besos y mi cuerpo parecía una gelatina con tan solo esos pequeños toques.

-Totalmente segura.- dije tratando de evitar que se diera cuenta del leve gemido que emití.

-Mientes, tu boca dice una cosa, pero tu cuerpo no me puede mentir.- dice sujetando mis manos con una sola mano, mientras que con la otra baja para tomar uno de mis senos, los cuales estaban erectos por la excitación.- ¿El gato te comió la lengua?.- pregunta con sarcasmo.

-Eres una idio...- su labios se acercan a los míos iniciando un beso feroz, lo cual impidió que la insultara por ser una completa idiota.

-Decías?.- dijo separando nuestros labios unos pocos centímetros.