ENAMORANDOME DE ELLA

BIENVENIDOS

Han pasado varios meses, nuestros hijos no han dejado que sepamos que seran, asi que tomamos la deciion de decorar la habitacion con colores neutrales. Me encontraba a punto de cumplir mi septimo mes, las nauseas matutinas se fueron, pero ahora parecia una ballena por mi enorme barriga. Ya me habia tomado la baja por maternidad, al igual que O, nos heos juntado varias veces para ir de compras y a las clases prenatales.

Desde que arrestaron al complice de Titus la paz llego a nosotros. Al fin podriamos seguir con nuestras vidas, sin embargo Lexa no quiso despedir a los guaruras, segun ella no volveria a arriesgarse, asi que ellos siguen teniendo su trabajo y siguen siendo mi sombra.

El tiempo siguio su curso y estaba ya solo a dos semanas de dar a luz y estaba peor que ballena, ya no podia ni caminar, en cualquier momento empezaria a rodar. Mis piernas inflamadas, no puedo colocarme los zapatos, todos los dias Lexa lo tiene que hacer por mi.

Mis cambios de humor fueron otro caos, la pobre de Lexa ha tenido que salir de casa muchas veces de madrugada, para conseguir mis antojos. Al final, termino llenando el refrigerador y la alacena de todo un poco, para evitar salir en las madrugadas.

-Cariño, estas listas?.-me pregunta Lexa.

-No, no puedo con los zapatos.- digo agotada.

-Deja que te ayude.- se agacha y me ayuda a ponerme los zapatos.

-Gracias.- dije en un puchero y resistiendo las ganas de llorar.

-Por que vas a llorar?.- pregunta con una sonrisa.

-Estoy como una ballena, incluso peor que una ballena y camino como pingüino.- dije.

-Eres el pingüino mas hermoso del mundo.- dice riéndose.

-No te burles.- le doy una nalgada.

-No lo volveré a hacer, pero no me llores por favor!.- dice y yo asiento.

-Vamos.- dije.

Esa noche saldríamos a cenar con nuestra familia, mis padres habían llegado hace unos dias, para ayudarme con el ultimo mes de embarazo. Becca también viene seguido para cuidar de mi y de Gustus.

Llegamos al restaurante, entramos y nos acomodamos en la mesa, comenzamos a pedir la comida, todo era risas y bromas entre nosotros. De repente empecé a sentir un dolor no tan seguido en el vientre.

-Estas bien amor?.- Lexa noto que algo pasaba.

-Si, no te preocupes.- dije sonriendo.

-Esta bien.- y seguimos comiendo.

La conversación siguió sin problema, pero media hora después de haber terminado de comer, siento que un liquido baja por mis piernas.

-No puede ser!.- digo nerviosa.

-Que pasa?.- pregunta mi mama.

-He roto fuente.-  digo y todos se bloquean, en especial Lexa, quien esta pálida.

-Hay que ir al hospital.- dice Becca y mi mama apenas reaccionan.

-Lexa reacciona, tus hijos ya vienen.- le dice su madre.

Ellas me ayudan a levantarme, pero siento un fuerte dolor en el vientre. Lexa me levanta en brazos y todos corremos al auto. En cuanto llegamos al hospital, me sorprendo al ver a O entrando en la misma forma con una latina vuelta loca detrás de ella.

-O.- la llamo.

-Clarke!.- dice y comienza a gritar.- como duele!!!.- grita.

A las dos nos colocan en habitaciones contiguas, mis padres estaban entrando y saliendo en ambas habitaciones, nuestras familias y amigos están con nosotros esperando el tan ansioso momento.