ENAMORANDOME DE ELLA

QUIERO HACERLO

Cuando salgo de la habitación para que mi abuelo pueda verla, el al verme se acerca a mi y me abraza.

-Lo siento mucho hija.- dice.

-También lo siento abuelo!

Me recargue sobre la pared al frente de su habitación y fui desunciendo hasta quedar sentada en el suelo. Algunas lagrimas mas escaparon esparciéndose por mi rostro, intentaba calmarme y en ese lapso de tiempo, se me acerco Marcus.

-Lamento tu perdida.- me dice colocando su mano en mi hombro.

-Perdón, si hubiera estado mas atenta, esto no hubiera pasado.- Digo con mi voz quebrada.

-No es tu culpa, nadie la tiene. La vida debe seguir, y debes ser fuerte por ella.- me dice.

-Lo se, lo seré!

-Siento mucho haber estado tan apartado con respecto a su matrimonio. He podido ver que mi pequeña te ama y que será feliz a tu lado, solo te pido que no la lastimes. No quiero verla sufrir.- me pide.

-No lo hare, cuidare de ella hasta mi ultimo aliento!.- esa era la verdad.

-La amas?

-La amo!

-Bien.. entonces, tienes mi bendición.

-Gracias.- Nos abrazamos.

Clarke seguía sin despertar, según el doctor se debía a los medicamentos y a la perdida de sangre que tuvo. Aseguraba que pronto reaccionaria y asi fue.

Me sentí mas tranquila cuando la vi despierta, al igual que los demás. Pero... cuando tuve que darle la noticia sobre nuestro bebe, la veo derrumbarse, trato de ser fuerte y la consuelo. Le digo que no es su culpa, que son cosas del destino, quizás no era el momento para que fuéramos madres. Quizás no estábamos preparadas y por eso Dios se lo ha llevado.

Nunca me he considerado una persona creyente, pero por primera vez he rezado y ha sido por ella, por su salud, para que se recupere pronto.

Sali por algo de comida para Clarke mientras ella dormía, pero no me esperaba que habría tanta gente en la cafetería del hospital. Al final logro conseguir algo de sopa para ella. Cuando entro en la habitación la veo que intenta levantarse de la camilla, la ayudo a ir hasta el baño y espero a que termine para ayudarla a volver, cuando se ha sentado de nuevo en la camilla, veo tristeza en sus ojos. No esperaba que se pusiese triste por no haberme visto a su lado y me siento culpable por haber tardado tanto.

Al fin era el momento de volver a casa con Clarke, le habían dado el alta temprano por la mañana. Al llegar, veo que ella sigue deprimida por perder a nuestro bebe y veo que se sigue culpando.

Contratamos un par de enfermeras para que nos ayudara a cuidarla, mientras yo estaba trabajando, Abby estaba al pendiente de ella, no dejaba que nadie preparase sus comidas. Según sus palabras; ella era su bebe y era su deber cuidarla.

Estoy agradecida con todos, por ayudarla y estar para ella. Habia decidido trabajar desde casa, asi que instale un escritorio en nuestra habitación para cuidar de ella.

-Lexa, no necesitas quedarte conmigo las 24 hrs del día, debes de ir a la oficina.- me dice.

-No lo hare, me quedare contigo, el trabajo puede esperar, además estoy adelantando trabajo aquí a tu lado.- refuto.

-Tu secretaria no ha dejado de insistir para que asistas a reuniones, debe ser importante.- Me alega.

-Tu eres mas importante!

-Voy a estar bien, lo prometo. Ahora levántate de la cama y ve a trabajar.- dice empujándome de la cama.

-Cual es el problema de que me quede?