ERES FELIZ

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El día que Gustus nos dejo, todos teníamos el corazón roto. Pero decidimos que no estaríamos tristes, que el no lo hubiera querido así, intentamos recomponernos y seguir adelante con nuestras vidas siguiendo el buen ejemplo que siempre nos dio.

El primer cumpleaños de mis hijos y el pequeño Isaac a quien considero como un hijo mas, había pasado hace una semana.

Estaba preocupada por Lexa, ya que mañana seria la ceremonia luctuosa del fallecimiento de Gustus, sin embargo ella estaba tranquila.

Al dia siguiente, todos asistimos a la ceremonia, visitamos su tumba para dar nuestro respeto y lo llenamos de flores, sus favoritas. Al terminar volvimos a casa junto a nuestros hijos.

-Como te sientes?.- le pregunto después de hacer dormir a los niños.

-Estoy bien.- dice besando mi mejilla.- No te preocupes, estoy bien.

-Esta bien, te creo.- digo y la abrazo.

...

Han pasado un par de años, nuestros hijos están mas grandes y bellos, la gente que los ve no para de decirlo y la verdad es que eso me hace que mi ego se infle. Sabia que mis hijos eran hermosos y muy inteligentes para su corta edad.

Diego e Isaac son inseparables, se han convertido en mejores amigos y son los mas traviesos de los cuatro. Alex por su parte tiene el temperamento de Lexa y mi pequeña Eli su tranquilidad, pero mi pequeña es la que mas se parece a mi.

Cada uno de ellos tiene personalidades diferentes, después de tenerlos Lexa y yo decidimos que no tendríamos mas hijos, al menos por el momento. Sin embargo un día en el trabajo me desmaye, todos pensábamos que era por que no había comido nada, pero no fue el caso. Estaba embarazada.

La noticia me tomo por sorpresa y no sabia como decírselo a Lexa. Al volver a casa, mis hijos corren hacia mi, apenas me ven. Lety la niñera se encargaba de ellos un par de horas cuando salían del jardín y lo que tardaba yo en llegar a casa. Ellos eran los mas avanzados de su clase, me estaban contando todo lo que habían hecho, paso a paso en su entretenido día, claro en su idioma.

Cuando era la hora de dormir, dejo a los niños en sus habitaciones y me voy a la mía, para darme una ducha e irme a la cama. Apenas termino de colocarme la pijama, Lexa entra en la habitación.

-Hola cariño, ¿Qué tal tu día?.- la saludo.

-Agotador.- dice quitándose el saco.

-Tengo que contarte algo.- dije colocando el saco sobre la cama.

-De que se trata?.- pregunta entrando al baño.

-Estoy embarazada!.- dije de golpe y ella sale corriendo del baño.

-Que dijiste?.- pregunta sosteniéndose del marco de la puerta.

-Estoy nuevamente embarazada!.- me muerdo el labio.

Los nervios llegan a mi y me hacen retroceder un paso. Lexa me observa unos segundos y camina hacia mi. Me abraza y me levanta haciéndome girar sin dejar de reír.

-Creí que estarías enojada.- dije apenas toque el suelo.

-Por que lo estaría?

-Creí que no querías mas hijos.- dije en voz baja.

-Tontearías.- dice.

-Pero...- me interrumpe.

-No quería que te embarazaras al poco tiempo, quería que disfrutáramos a los niños y que por lo menos dejaran el pañal, pero ahora los niños ya están grandes tienen tres años y para cuando nazca nuestro bebe tendrán casi 4. Sabes tenia mis sospechas.. pero he estado tan ocupada que no tuve tiempo de confirmarlas.- dice sonriendo.

-Sospechas?.- pregunto.

-Siii, odias el de nuevo el jamón.- dice burlándose.

-Tienes razón!

-Que tienes contra el jamón?.- pregunta de repente.

-No lo se, me lo he preguntado varias veces.- me rio.

Lexa me besa y me dice lo feliz que estaba por la noticia. Al otro día, llamamos a la familia y amigos y les dimos la noticia, sobre el nuevo miembro del clan Woods Griffin.

Nadie se esperaba semejante noticia, no esperaban que quisiéramos mas hijos. Mi embarazo sigue transcurriendo sin problemas, esta vez no sufrí tantas nauseas como en el primer embarazo, sin embargo los antojos si estuvieron a la orden del día. Lexa tubo que regresar a la estrategia de tener la nevera y la alacena al borde de dulces de leche, de chile y todo lo azucarado posible.

Estaba realmente feliz con mi vida, mis padres volvieron a casa de visita cuando estaba en mi octavo mes, para ayudarme con los niños. Entre Lety, mi mama, Becca y yo cuidábamos de ellos, ya me había tomado la baja por maternidad. Papa era el encargado de las vueltas y comprar lo que hiciera falta, mientras Lexa trabajaba.

Mis padres me dieron la mejor noticia, se mudarían a la ciudad. Lexa les había ofrecido una de las propiedades que tenia la familia Woods y que estaba cerca de nuestra casa y de la casa de Becca. Ellos querían ser parte de la vida de mis hijos y ayudarnos con ellos. Yo estaba que no cabía de la felicidad, de poder verlos mas seguido.

-Clarke apresúrate!.- grita mi mama.

-Un momento.- grito

-Llegaremos tarde.- dice.

-Estoy lista.- dije bajando las escaleras.

-Que tanto estabas haciendo?.- pregunta.

-Te recuerdo que parezco pelota, no camino, sino que ruedo.- dije señalando mi vientre.

-Debemos irnos o nos perderemos la ceremonia.- dice.

-Lo se, vamos...vamos!

Hoy era la boda de Becca, ella encontró a un buen hombre que de verdad la amaba. Llevan saliendo mas de tres años, y decidieron ir al altar. Lexa era feliz al ver a su madre tan dichosa. Al principio no supo como reaccionar ante la noticia, pero podía ver que estaba feliz por ella.

La ceremonia fue hermosa, Becca se veía increíble en su vestido de novia, no dejaba de sonreír, lo cual nos hacia felices a todos. Al terminar la fiesta regresamos a casa a descansa.

Debido a mi estado, no pude bailar mas de dos canciones con Lexa, ya que me dolían los pies, pero era feliz con solo tenerla a mi lado.

Un mes después nació nuestra bebe Alicia, era igualitica a mi en todos los sentidos, y crecía muy rápido al igual que sus hermanos.

Salimos un día de verano al jardín, donde Lexa había mandado construir un área de juegos para nuestros hijos y que pudieran pasar tiempo al aire libre.

-Eres feliz?.- me pregunta.

-Lo soy, de verdad que si.- sonrió.

-Tu eres feliz?

-Mucho!.- responde.

-Te amo Lexa Woods!

-Te amo muchísimo mas Clarke Griffin.- dice sellando nuestro amor con un dulce y perfecto beso.


Ha pasado el tiempo, nuestra historia parece difícil de creer, como todo empezó por un contrato y la insistencia de su abuelo, por una estúpida herencia... las malas experiencias con Costia y Titus nos marcaron pero no nos separaron y nunca podrían, por que contra todo pronostico día a día sigo enamorándome de ella!

ENAMORANDOME DE ELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora