Advertencia: Puede llegar hacer triste tal vez, quizá.
Personaje: ________ la bendecida del señor.
Palabras: 3,286.
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Un enorme hoyo negro está devorando cada parte de su ser, arrancando cada una de las flores que habías plantando en su mente que lo hacían ver el mundo mejor, como una brisa tan fuerte que arrastra todo a su paso sin importar lo que sea. Así es como se siente tú ausencia.
Hoy es un hombre famoso, su nombre suena por todos lados, tiene el suficiente dinero para comprarse lo que sea, pero de qué servía todo eso sí no estaba contigo para compartirlo. El cliché lo daría todo por volver unos momentos con ella le pareció absurdo hasta que te perdió y lo entendió.
—No puedes estar así hombre, mírate —su mejor amigo lo observa desde el umbral de la puerta—¿Cuántos días tienes que no te bañas? —cuestiona al oler un aroma desagradable.
El silencio llenó la habitación. Oscar se encuentra sentado sobre su cama con la mirada perdida entre la pared y una fotografía enmarcada tuya que él mismo tomó aún cuando no era muy bueno tomándolas.
Pedro soltó una bocanada de aire. Nunca en el tiempo que lleva conociendo a Oscar lo ha mirado tan deshecho como ahora. A primera impresión parece un hombre al cual le han arrebatado todo en su vida, el cual se quedó sin motivos para seguir y era exagerado decirlo, pero eso había sucedido.
La magia del amor es hacerte sentir tan especial, sentir que estás en un mundo donde solo tú y esa persona se encuentran, el tiempo no existe y tampoco la melancolía o eso te hace creer al inicio. Después de un tiempo esa magia te destroza tan fuerte que sientes que has perdido todo y que nunca saldrás de esto, aún cuando no es así, pero ese sentimiento es más grande que cualquier otra cosa.
—Hable con ella —como si eso lo regresará a la vida Oscar miró a su mejor amigo con los ojos y el pecho lleno de esperanza. Pedro puso una línea recta en sus labios, ¿Estaba haciendo lo correcto en hablar de esto? o ¿Debía cambiar el tema?
La inquietud que provocó el silencio de su mejor amigo fue como una aguja atravesando su corazón.
—Ella... —miro hacia los lados buscando un rastro de tus cosas, pero solo había una fotografía tuya, solo eso—. Oscar ¿Por qué no le dijiste a la prensa que salías con ella? —cuestiona para dejar un poco el tema principal de lado.
—¿Qué? —cuestiono confundido, no esperaba esa pregunta para nada.
—Si ¿Por qué no decirle a todos que salías con _____? —se cruzó de brazos esperando la respuesta que jamás llegó por parte de su mejor amigo—. Ella no se merecía que la mantuvieron oculta y tampoco que salieras con alguien más para aumentar tú popularidad —reprocho con molestia en cada unas de sus palabras.
