Advertencia: Ninguna, todo aquí es muy bonito y triste a la vez creo jajajaja.
Personaje: __________ (buscaré en Google como ser la rayis 🤧)
Palabras: 2,144
N/a: Las fechas que se muestran son de mi invención porque no me acuerdo en qué año se desarolla, perdón.
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El caluroso día golpea fuertemente sobre ella, siente el sudor sobre su frente y espalda. En esta época del año los días se vuelven más largos, las noches más cortas y las flores florecen en paz. No odia el calor simplemente prefiere soportar el frío que cala sus huesos que la humedad que se presenta por todo su cuerpo.
Siente la suavidad del pasto rozar sobre sus piernas, ve al frente. Un hermoso atardecer camaleónico de diferentes colores que combinan entre sí se presenta ante su mortal mirada. Pasa su mano por su frente retirando el sudor que yacía ahí, limpia su mano en la falda de su vestido. Tenía que estar con Mikael: el boticario del pueblo, ayudándolo en lo que pudiera, sin embargo se encuentra tirada en el campo de flores que está cerca del pueblo, sola con solo un atardecer de compañía.
—Sabía que podía encontrarte aquí —esa voz que adora escuchar se escucha detrás de ella—. Ya terminé el trabajo, pero hubiera sido más fácil si me hubieras ayudado.
Se niega a verlo, se niega aceptar que ya está de rodillas por él. Oculta sus manos sobre su rostro, está cansada de esta situación en la que siempre termina volviendo a él cuando se promete no hacer lo contrario. Mikael se iría, la dejaría y no está mal después de todo ese era sueño desde que lo conoce, pero para conseguirlo tendría que casarse con una mujer que no amaba, ni siquiera la conoce. Quizá se había ganado muchas miradas de desaprobación en el pueblo por quedar huérfana a temprana edad, pero al menos tenía su libertad. Nadie le obligaba a casarse con un hombre por fines económicos.
—______ ¿Quieres hablar? —se sentó a un lado de ella, mira por unos momentos él atardecer hasta que el brillante ser que está a su lado llama más su atención—. Últimamente has estado muy alejada de mí, no entiendo porque ¿He cometido un error?
Junta sus rodillas contra su pecho, las abraza tan fuerte como ella necesita ser abrazada en estos momentos y descansa su barbilla en ellas, mirando al frente perdida entre los colores cálidos. Mikael suelta un suspiro, rompe un poco la distancia entre ambos y pasa su mano sobre sus hombros.
—Es mejor que te alejes, si nos miran así puede afectar tú matrimonio con Maral —murmura en voz baja sin querer ser escuchada. Él logra entender lo que está pasando, no la deja su brazo de ella al contrario lo usa para jalarla hasta su pecho y pegarla a él.
