Título: ❝¿Qué me has hecho?❞.
Advertencia: Ninguna.
Personaje: Lilian.
Número de palabras: 2,047
Nota: Lamento mucho la demora, he tenido varios problemas personales y además me he sentido un poco más, pero aquí les traigo este One shot.
Aquella mañana, la maestra de literatura se retrasó por más de cinco minutos. Corría por los pasillos de la universidad, varios alumnos la observaban de la forma que mirarían a un bicho poco agraciado. La mujer pudo notar las miradas, pero aún así no detuvo su andar. El café mal tapado iba derramándose poco a poco conforme ella aumentaba la velocidad.
—¡Oiga! ¡Acabo de limpiar el piso hace un momento! —exclamó el intendente. Soltó de forma brusca el trapeador.
—Perdón —gritó, sin mirar al furioso hombre. Lo que sí hizo fue tapar mejor su café.
Subió las escaleras a una gran velocidad, seguramente provocaría en ella un falta de aire. Y así lo hizo cuando subió el último escalón, para ese momento los mechones de coleta estaban despeinados y no parecía que en algún momento hubieran estado arreglados.
Al llegar al aula correspondiente noto que los estudiantes estaban en silencio «Qué extraño» pensó para sí misma para a continuación abrir la puerta de madera.
Su colega está frente a la clase con una sonrisa que demuestra a la vista el amor a su trabajo, aunque para algunas chicas su trabajo no les importaba mucho, lo que en realidad les interesaba era él.
La mirada avellana se posa en ella después de unos segundos, una sonrisa atreviesa esos gráciles labios envueltos en una barba canosa.
—Su profesora acaba de llegar. —Camina hasta la mujer, que está en el marco de la puerta con un par de libros y un café—. Que hermosa te miras hoy —le susurro al llegar a su lado, tomo varios libros, quitando un peso para ella.
—Seguro me veo horrible. —Suelta un suspiro, camina detrás de su amigo—. Perdón por esto, sé que tú hora terminó hace cincuenta minutos…
—Tranquila, es un placer tener público que admire la filosofía. —Ve a los alumnos que están en silencio, mirando la escena de sus profesores—. Hablaremos en el almuerzo. —Dejó los libros sobre el escritorio.
También dejó los libros en su escritorio y el café. Él rompe la distancia entre los dos, peina los mechones rebeldes de su amiga.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ¹ | Oscar Isaac
FanfictionHistorias con los personajes de este hombre que se robo mi corazón