꧁🍷S𝐀𝐋𝐔D🍷꧂

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Evan Smith.

Miércoles, 2 de marzo del 2010.
Esa noche...

Ninguna extremidad de mi cuerpo dolía como lo hacía mi precho. Mi alma, estaba siendo evaporada por el miedo de esos ojos que me miraban. Por esos ojos azules por los que me había arriesgado tanto en proteger. En esa inocencia que quería mantener para admirarla todos los días. Lo que me hacía cuidar tanto de ella, es que ella no es como yo. Jamás dejaría que cayera en lo que yo soy. Ella tendrá todo lo que quiera y necesitará, todo para su felicidad. Sacrificaría todo, para que ella viva el cuento de hadas que merece... Todo lo daría por ella, mi hermana.

Su inocencia es algo que siempre trato de mantener, pero ya fue arrebatada. Y sus lágrimas son la pura evidencia de eso. Su pequeño e inocente corazón, sufría como jamás lo había hecho y eso me carcomía el alma, la mente y todo de mí.

Lo único que amo en mi vida, temblaba de miedo.

Mis ojos se expandieron en preocupación cuando escuché unos pasos acercarse.

—Vete, por favor —susurra con las pocas fuerzas que tenía—, Hay muchas personas más, por favor vete.

—Y tu... —susurro en un aliento.

No era débil, jamás lo fué. Solo es tan pequeña y.... No merece ésto.

Nadie lo merece.

—No te preocupes por mí —dije como si fuera tan fácil—. Estaré bien, si tú estás bien.

Los pasos comenzaron a pegar el suelo con más fuerza.

—¡Corre! —grité.

Un calor que llegó a quemarme, se adentro en mi piel. Mi pierna comenzó a doler más, mi mirada se fue cayendo junto a mi cuerpo perdiendo esos pequeños ojos llenos de lágrimas.

Mi rostro impacto con el suelo, mi cabeza comenzó a doler. El dolor me aturdía, pero no sé comparaba con mis pensamientos.

«Eva, ¿Estás bien?» Me pregunté con esperanza.

Sintiendo el dolor punzante por los golpes en todo mi cuerpo traté de levantar al menos la mirada. Y ella ya no estaba.

«Escapa, por favor»

—Oh Bella, estás mejorando tu puntería. —Esa molesta voz se hizo escuchar.

Fruncí mis cejas arrugando mi expresión en dolor, cuándo el cuello de mi camisa es jalado para colocarme de rodillas.

Comencé a sentir la sangre llenando mi boca que había estado ignorando, sin embargo ahora es excesiva.

—Tu mansión es muy grande, he —Volvió a hablarme esa voz.

Pestañe tratando de eliminar la oscuridad que había en mi mirada, estaba empezando a fallar.

—Oh, no, no, no te morirás todavía. —Me habló una voz femenina—. Eres muy inteligente ¿No?, Eres hasta imposible de rastrear.

Mi mirada logro captar la imagen de una mujer de piel y cabello claro, de inmediato la reconocí.

Brayan vuelve a tomarme obligando a dirigirle la mirada.

—¿Ahora no eres muy hombrecito?

—Yo no soy el que se queda con las migajas esperando que algun día lo que quiere le caiga en sus manos por tanto suplicar —suelto con veneno—. ¿Tratando de quitarle la esposa a tu propio hermano?

La venganza como justicia [COMPLETO]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora