La venganza como justicia [COMPLETO]©

꧁𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 №０９꧂.

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"Las huellas que dejamos los humanos son, muy a menudo cicatrices."
Jhon Green.

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Emilia Styles.

Desperté asustada por el sonido alarmante de mí despertador. Mis manos se detuvieron en mi pecho sintiendo los latidos alternados por mí corazón.

Elevé mis dedos hasta mis mejillas y sentí húmeda en ellas, estaba llorando.

Comencé a numerar mis respiraciones controlando todo lo posible cada una de ellas, elevé mí rostro como a una bandera hasta mirar el techo y cerrar mis ojos reprimiendo cada una de mis nuevas lágrimas.

«Llegaras tarde».

Me levanté de la cama corriendo al baño y a lo más rápido que pude llegué al bufete.

—Señorita Styles. —Mi secretaria me saluda al llegar.

—Hola, Clara —dije agitada mirando a todos lados y en ese momento noté algo extraño. Clara tenía su cartera y estaba en la estrada caso... ¿Acaba de llegar?

—¿Pasa algo?, Señorita —preguntó extrañada y negué con la cabeza confundida.

—¿Por qué?

—Señorita, a llegado una hora antes de su horario.

Mí mirada calló en un reloj digital que se encontraba en la pared.

05:00am.

Volví la mirada —con el mentón elevado— hacía Clara y asentí dándole la razón pero seguí mi camino con la cabeza en alto muy dignidad.

Al entrar a mí oficina me senté en la silla de mí escritorio suspirando.

No puedo creer que pensé que llegaría tarde cuando en realidad es temprano y no me puede detener ni un momento a visualizar la hora.

Con mí celular en mis manos decidí entrar a mí cuenta bancaria, me recibió con una gran cantidad de en ella dinero.

Sabía que trabajar en el bufete más grande de España me otorgaría un buen dinero, pero no sería esta misma cantidad que veía en mi cuenta. Esta cantidad se debía al volverme socia del nuevo proyecto de Collins para mejorar el bufete y expandirlo pero eso en realidad no me importa si no el despiadado secreto que mueve ese proyecto y este mismo bufete.

La pantalla de mi celular se iluminó dejando ver una llamada de Ryan, no trade en responderla.

—Buenos días, Ryan.

—Buenos días —saludo animado. —. Me preguntaba si... ¿No te importaría que te lleve al bufete?

Mis labios formaron una dura línea.

—Eh... Ryan

—No quiero incomodarte, perdona si es...

—Ya estoy en el bufete —lo interrumpo.

Hubo un silencio. Aún faltaba unos treinta minutos, demasiado temprano para mí horario aunque es habitual en mi, llegar hasta diez minutos antes.

—Te veré allá —rompió el silencio hasta colgar la llamada.

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Unas horas más tarde.