test de vânătoare.

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Todos estaban profundamente dormidos en sus respectivos dormitorios, sus cuerpos pedían a grito un descanso y su mente no podía estar más desgastada, lo único que los prospectos a héroes quería era una cosa: dormir y olvidarse de toda la mierda hasta la mañana.

La prueba física fue una completa tortura, algunos aún les crugia los huesos de los golpes y más de uno iba a tener dolor de espalda durante días, la acumulación de desgaste hizo que a muchos se les olvidará un pequeño detalle.

Solo habían completado la primera parte de la prueba, pero los profesores los enviaron a descansar como si olvidasen esa parte... Algo estaba mal y solo alguien podía saber algo al respecto.

La chica rockera camino en dirección al cuarto de su novio, el joven cazador era alguien de muchos secretos y tenia a uno de los profesores como mentor, si alguien tenía conexiones que le proporcionaría conocimiento a futuro, era él.

Y el hecho de que se encerrará en su cuarto apenas llegar lo hacía más sospechoso. Tocó la puerta sin tener éxito, lo intento varias veces con el mismo resultado, solo le quedaba una opción y no dudaría en tomarla.

Con sus Jacks forzó la cerradura hasta abrirla, una sonrisa de autosuficiencia se formó en sus labios. Giro el pomo para empujar lentamente la puerta, sabía que él pelimorado odiaba las intrusiones sorpresa, y si no se aseguraba que fuera ella posiblemente terminaría con una daga en la frente.

Algo impidió que la puerta avanzara a mitad de camino, era la bota del cazador o mejor dicho el pie.... Tirado en el suelo el joven cazador roncaba sin reparo alguno, ni siquiera se había molestado en  quitarse el atuendo destruido.

Las cortinas negras y la falta de luz le impidieron notarlo a simple vista. Eso le trajo el recuerdo de la primera noche que lo ayudo a llegar a su cuarto, un recuerdo que le hacía gracia.

Jiro: -sigh... Supongo que será más tarde- se lamento en voz baja.

Shinso: -No será necesario... ¿Sucede algo?- ronca, perezosa y con un leve gruñido muy al fondo de su voz, sorprendió a la chica.

Lavantandose del suelo y tronando su espalda miro directamente a la chica, ella apenas podía ver su silueta en la oscuridad del cuarto y la luz que se filtraba de la puerta, era como si el joven cazador estuviera unido a la oscuridad de ese cuarto, lo único que se distinguia bien era sus profundos ojos amarillos.

Juro: -venía a preguntarte algo... ¿Sabes cuál será la próxima prueba?- no era alguien que fuera por las ramas, siempre siendo directa, incluso con los temas más delicados.

Los ojos del chico brillaron con más intensidad, la tensión creció en el cuarto. Shinso bajo la mirada un momento, meditando sobre la pregunta y la respuesta que debía decir y la que quería decirle.

Shinso: -je, siempre fuiste muy aguda con los pequeños detalles... Apuesto que Bakugo, Todoroki, Melissa y Yaoyorozu se hacen la misma pregunta- subió la mirada viéndola directamente a los ojos.

-si... Se cual será la próxima prueba, pero no tengo autorización de decir en qué consiste- respondió con tranquilidad, una que producía todo lo contrario.

Esa respuesta definitivamente no era la que quería escuchar, sabía que solo había una razón por la que él no le contaría algo, el miedo único y exclusivo a una sola ¿persona?... Vânător. Ni siquiera enfrentarse al símbolo de la paz, o al mismo asesino de héroes le producía tanto terror como desobedecer las órdenes directas de su mentor.

Shinso: -Pero si puedo darte una pista... Entre gallos y medianoche, cuando estés en el reino de lo onírico, escucha los primeros bramidos... Pase lo que pase tan solo piensa que solo a sido un mal sueño- sus ojos brillaban con más intensidad, su voz se escuchaba igual por toda la habitación y su silueta se difuminaba cada vez más entre la negrura.

un bătrân Vânător printre eroi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora