¿tres meses o fueron más?

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Si asé tiempo le hubieran dicho que existía otros mundos a parte del suyo. Poderes más allá de los quirks, Magia y poderes más allá de la comprensión humana.

Bestias y monstruos que solo podrían existir en la mente más retorcida de algún lunático obseso de lo sobrenatural, seres repulsivos llenos de ojos o de apariencia alimañosa, o inclusos criatures que eran macabras fusiones de humanos con cualquier cosa...

El no les hubiera creído... sin embargo shinso lo había visto con sus propios...

Se maravillo con la gótica estructura victoriana de ese mundo de horrores. Se maravillo de las historias que contaban u ocultaban las paredes y rincones de Yharnam.

Visito a la reina annalise junto a su mentor en el Castillo restaurado de cainhurts por razones diplomáticas para llegar a un acuerdo de paz como alguna vez hubo en otrora.

Fue a la universidad de byrgenwerth para aprender nuevos conocimientos y estudiar artes, literaturas, matemáticas y ciencias que no se podían conseguir en su mundo.

En sus primeros días se sintió cómo extraño y lo era... Pero con el transcurrir de los meses la sensación se fue volcando asia su verdadero mundo.

Cuando iba a la preparatoria en su mundo natal se sentía desencajado, ahora ya no le importaba en lo más mínimo el que dirán de las personas y solo quería que las clases terminará para volver al sueño del cazador y al otro mundo de la vigilia.

Al principio fue difícil pues cuando regreso a Japón con nuevas experiencias y traumas sus padres los abrazaron con la fuerza suficiente como para matar de amor a alguien normal.

La razón fue que estuvo desaparecido por más de dos días, incluso fueron a reportar su desapireción... Fue ese momento que el pelimorado se dio cuenta que sus padres realmente lo amaban.

Les explico lo que pasó en la noche que no volvió, como por accidente se había encontrado con unos traficantes de drogas y como fue herido de muerte por estos.

También contó cómo un hombre lo encontró y lo cuido en esos días, una mentira piadosa pues ellos no le creerían en lo más mínimo, seguramente lo llevarían a un psiquiatra por ello.

Un mes después.

Sus padres querían conocer al hombre que había salvado a su muchacho, así que shinso se lo comento a su mentor que acepto sin problemas.

Izuku: -me parece perfecto, así puedo decirles que te puedo entrenar para el examen de admisión.- respondió con su habitual amabilidad.

En la mañana alrededor del medio día, el timbre de su casa sonó para revelar, la mama del joven cazador abrió la puerta para ver qué un hombre alto estaba parado ahí.

Media más de dos metros de altura, una cabellera verde al igual que prominente barba bien alineada, su rostro estaba adornado con unas cuantas pecas muy notorias al igual que un parche negro que tapaba su ojo izquierdo.

Vestía un atuendo extraño de gabardina gris, pantalón negro igual que una botas altas, guantes blancos hacían juego con su camisa.

¿?: -¿Es esta la residencia de la familia del joven Hitoshi shinso?- pregunto con un asentó extranjero remarcando la "R" cuando la pronunciaba.

La señora asintió para dejarlo pasar, ofreciéndole té el cual él peliverde acepto con gusto.

Charlaron un rato esperando que el joven bajara y el padre llegara del trabajó, pronto las risas no faltaron en la conversación y un aire de coquetería se expandió por la sala.

Esa fue la señal del pelimorado para bajar volando, sabía del talento innato de su mentor para seducir mujeres aunque no fuera intencional...

Cuando llegó a la sala su rostro mostró el terror de ver a su mamá con mirada soñadora mientras miraba al peliverde.

Shinso: - *cof cof*- tosió con un tono muy falso atrayendo las miradas de los dos -mama, veo que conociste al señor izuku, ¿Podemos esperar a papá para hablar?- dijo mirando fijamente a su mentor quien solo asintió con gracia.

No tardó mucho cuando un señor que era casi idéntico a shinso solo que con ojeras más marcada y con bara de tres días junto a una bata blanca de médico.

Con los cuatro reunidos, maestro y mentor relatarón lo que pasó en esa noche, omitiendo muchas cosas obviamente.

Izuku le propuso a los padres del joven que el se ofrecería para entrenarlo y que así el adolescente cumpliera su sueño de ser héroe.

La mamá acepto de inmediato cosa que extraño al padre del joven, el señor lo pensó detenidamente y acepto no sin antes hacer jurar al peliverde que no le pasaría nada malo...

El peliverde acepto con los dedos entre cruzados del pie...

Cuando los dos volvieron a Yharnam izuku entreno al nuevo cazado, le enseño a ser precavido y el saber cuándo atacar.

Le hablo sobre el respeto y le contó la historia detrás de la caza, los horribles experimentos de byrgenwerth, Mensis y la iglesia de la sanación.

La hablo sobre el sentido de responsabilidad, el deber y el código de honor (combinada con el sentido heroico de peliverde), el como él buscaba el equilibrio y la paz del inocente en ambos mundo... incluso si eso significaba pasar u acostarse en un camino de espinas si eso significaba que los demás estarían bien.

Todas esas lecciones morales, el entrenamiento con armas de truco y de fuego, así como en el acondicionamiento físico aparte del entrenamiento de cazador, quedaron grabadas en la mente, cuerpo y sangre de shinso.

El tiempo se volvió difuso pues al viajar entre ambos mundos (y el hecho que existiera una diferencia de tiempo amplia) hizo que la noción de shinso se perdiera por completo.

Tal vez para los demás eran tres meses pero para él fueron muchos más.

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Dos meses después

Actualmente los dos se encontraban en Yharnam, no era noche de cacería ni ninguna misión importan fuera de ella.

Los dos se encontraban acompañado en un bar con Eileen, Djura y Henryk (quien no se volvió loco al izuku salvar a su hija Viola de su yerno). La razón de la reunión era que shinso aplicaría el examen de la UA.

Festejaron bebiendo hasta que no pudieron levantarse de su silla, especialmente shinso quien quedó profundamente dormido estampando su rostro a la mesa.

Cada quien fue a su casa. Eileen y Djura se apoyaban mutuamente para no caer al suelo (cosa que no funcionó pues ambos cayeron más de una vez), Henryk fue recibido por su hija y nietas e izuku utilizo dos marcas de cazador una para el y la otra la estampó en la cara de su discípulo.

Ambos cayeron de rostro en el piso di la caballa y quedaron profundamente dormido.

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Fin del capitulo

un bătrân Vânător printre eroi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora