un bătrân Vânător printre eroi

El Festival De La Cacería Part 2 Declaración De Guerra.

La luz de un nuevo amanecer golpeaba las tierras del sol naciente, indicativo que un nuevo día había llegado, muchos se preparaban para realizar sus actividades diarias.

Esto no fue diferente para el curso de héroes y más para el 1-A que estaban despiertos desde antes que el solo saliera.

Shinso salió de su cuarto con ropa deportiva, aunque se la paso entrenando toda la noche en el sueño del Cazador tenía que aparentar para el resto del mundo.

Le era sencillo por el hecho que no necesitaba dormir o incluso comer, solo un poco de sangre y un descanso corto ya estaría a su cien, no tenía que preocuparse por la plaga ya que el sueño lo volvia inmune a esta.

Antes que empezará su recorrido diario, unas voces lo detuvo en seco, al voltear su visto pudo ver que eran momo, melissa y jirou quienes lo habían llamado.

Era extraño por el hecho que todas a excepción de jirou lo evitaban a toda costa, era razonable después del entrenamiento de la bomba.

Momo: - shinso-san quisiéramos pedirte un favor...- el nervio en su voz indicaba que no estaba cómoda.

El pelimorado sólo asintió con la cabeza en respuesta a que escucharía sus peticiones.

Melissa: -no gustaría que nos ayudaras a entrenar, eres el que tiene más experiencia en combate y nos gustaría que nos ayudaras a pulir nuestros defectos-.

Shinso miro el cielo pensativo en su respuesta, algo común en alguien naturalmente perezoso.

Shinso: -¿eso en que me beneficiaria?, si las ayudó sería ayudar a mi enemigo... ¿No creen?- pregunto a la nada realmente.

Las chicas se miraron entre sí, era obvio que iba ser difícil al joven Cazador pues el tenía un punto válido.

Jirou: -información...- fueron las palabras que soltó la rockera -si tu nos ayudas tendrías información de nosotras tres, quirk, movimientos e incluso debilidades-.

Shinso fijo su mirada en jiro analizando sus palabras, era un dar dar donde en salía beneficiado más que ellas, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

Shinso: -esta bien, pero quiero que sepan... Esto no va a ser sencillo ni divertido- una mirada que conocían se formó en el rostro del pelimorado, era la virada de su profesor vânător se hizo presente como muestra de su influencia en el joven.

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Si hubieran sabido lo que iban a pasar definitivamente no hubieran pedido ese favor, las chicas se encontraban tiradas en el suelo mientras que trataban de recuperar el aire que sus pulmones exigían.

Momo siempre se había sentido  orgullosa de sus habilidades como esgrimista, ganando competiciones desde niña nunca había sentido la derrota en el arte de la espada, pero ahora lo sabía, levantado la vista vio a aquella montaña que debía superar.

No sólo le mostró sus carencia, sino también la había humillado cortando en dos todas las espadas que ella creaba solo para patear la lejos de él. Elegancia, fuerza y violencia era la base del manejo de shinso, la ferocidad y fríos cálculos lo hacía imparable a los ojos de la azabache.

Melissa por su parte trataba de descifrar los movimientos del joven, pensaba que sólo era bueno con armas, pero era obvio que se había equivocado en eso. La paliza que le dio en combate a mano limpia le había mostrado su error, aún con el 8% de OFA no le era posible rozarlo un poco.

Su reacción era simplemente sobrenatural, no importaba si atacaba por sorpresa o a puntos ciegos el siempre la esquivaba y contraatacaba con eficiencia, era como si leyera todos sus movimientos.