Capítulo 28 – Una pelea en público
━━━━━━✧⊕✧━━━━━━— ¿Vosotros os habéis preguntado qué tal os ven los demás? —pregunto Merlí mientras caminaba por el centro comercial.
— Es difícil mostrarte tal y como eres, siempre ocultamos algo—dije caminando junto a Berta.
— Puede que deis una imagen que no corresponde a quien sois realmente —respondió Merli— y ahora os pregunto, ¿porque relacionamos la felicidad con el echo de poseer cosas?
— Mi madre cuando esta depre se va de tiendas, se siente más feliz —dijo Tània riendo.
— Más feliz quizá si, pero por poco tiempo —dijo Marc.
— La actividad de hoy es pegar adhesivos por todo el centro comercial —dijo Merlí repartiendo los adhesivos.
__________________
Estabamos todas las chicas pegando adhesivos en una tienda, hablando pues, de cosas de chicas.
— Como se nota que no están los chicos, que silencio —dijo Oksana mirando hacia los lados.
— Eh molaría hacer una fiesta solo de chicas —salto Tània entusiasmada.
Todas asentimos al instante, vamos, podría ser divertido. Nunca hacemos nada en plan todo chicas, podría ser muy interesante.
— Me encantan las fiestas de pijamas, son muy East High —dije contenta.
— Real que si eh —me respondió Berta.
— Me mola hacer planes sin los chicos, así los ponemos verdes —dijo Oksana sería.
— Claro, a ver, ¿quién puede esta noche en su casa?
— Mis padres se van con mi hermana a un campeonato —dijo Berta.
— Pues en tu casa entonces, no?
— Si.
— Yo había quedado con Joan pero, prefiero mil veces esto —dijo Mónica feliz.
— Yo paso a recogerte —dije acariciando el brazo de Mónica.
Tània, Berta y Oksana se marcharon y yo me quedé con Mónica en esa misma tienda, pero como era normal en Joan entro en busca de Mónica.
— ¿Que hacéis aquí? —pregunto el.
— Esta noche tenemos una fiesta de chicas.
— Pero habíamos quedado —dijo Joan cruzándose de brazos.
— Ya, pero nunca hacemos nada solo las chicas y me apetecía. Espero que no te importe.
— Claro que me importa, ¿tiene que ser hoy? —pregunto el serio.
— Joan chaval, no hace falta que te enfades eh, ella tiene todo el derecho a salir cuando quiera y con quien quiera. No eres su dueño. —dije apoyándo mi mano en la estantería.
— ¿Pero tu de que vas Ivy?
— Ivy —dijo Mónica antes de mirarme sería.
— Pero tío dejala respirar un poco no, ella merece vivir su vida, haz como yo —salte cabreada.
— Me importa una mierda lo que hagas con tu vida —me respondió Joan esta vez enfadado.
— Chicos, ya basta —grito Mónica.
— Me voy, paso de discutir contigo —mire a Joan enfadada.
Decidi salir de la tienda pero no sin antes mirar a la pareja fijamente.
__________________
Sali en busca de un baño cuando de repente Joan me alcanzo y me agarró del brazo para que parara.
— ¿Que coño haces Joan? —pregunte separandome.
— No, la pregunta es, ¿qué coño haces tu? —pregunto gritando— ¿qué te he echo para que estés enfadada conmigo?
— No quiero hablar del tema.
— No quieres hablar del tema, claro, prefieres gritar y echarme pullas todo el tiempo. Soy tu amigo, merezco saber que te pasa.
— Claro, un amigo de verano que pasó de mi y encima de oculto que tenía novia. Todo eso después de habernos besado y de que sepa que te gusto.
— Te lo iba a contar, enserio pero...
Le interrumpí. — Preferiste perder una amiga que tener una novia tirita que te hace ocultar tus sentimientos hacia mi frente a todos.
— ¿Que?
Suspire. — No quiero hablar contigo, ahora me voy.
Este me volvió a alcanzar para seguir hablando y cuando lo hizo suspire con los ojos cerrados mientras negaba.
— Osea que estas celosa —grito Joan.
— ¿Celosa? No, esta fue tu decisión. Quisiste perder una amiga y así va a ser, déjame en paz.
— No pienso dejarte en paz, quiero que vuelvas a confiar en mí y ser amigos.
— ¿Confiar en ti? Yo ya confiaba en ti, y tú me dijiste que también confiabas en mi. Me mentiste y ya, no se puede cambiar el pasado.
— Pero se puede cambiar el futuro, tienes que perdonarme.
— No pienso hacerlo, lo siento.
Empeze a caminar de nuevo pero este me siguió enfadado esperando que le perdonara, pero en vez de esto me gritó.
— Eres una invecil —grito Joan haciendo que parara.
Me gire, desvíe la mirada y vi a varios de mis compañeros escuchando toda la discusión, cosa que ignore.
— Que te den Joan Capdevila —grite.