Capítulo 14 – Visita sorpresa
━━━━━━✧⊕✧━━━━━━La noche de ayer fue bastante complicada, no para mi. Pol me obligó en ir a su casa, su abuela hacía fallecido y quería que estuviera con el.
No se en que momento accedí a su propuesta de quedarme a dormir con el, supongo que era alguna forma de compensarle lo que me había estado ayudando estos últimos días.
Me desperté a su lado, me agarraba como si fuera un cojin ya que se había dormido en mi pecho.
— Pol —sussure mirando la hora— tengo que ir a clase.
— Un rato más Ivy, porfavor. —dijo antes de volver a cerrar los ojos de nuevo.
— Estoy llegando tarde —me levanté— te prometo que volveré a verte cuando acaben.
— Gracias Ivy —se acercó para besarme— no lo cuentes porfa.
— Tranquilo.
Corri hacia mi casa a por las cosas del instituto y empeze a correr, pensé que llegaría tarde pero, me encontré a Joan gritando a sus compañeros.
Iba a acercarme a Joan pero Merlí entro así que fui a sentarme a mi sitio.
— Vengo a deciros que Pol hoy no va a venir —comentó Merlí— a muerto su abuela.
Todos empezaron a comentar y yo hize una mirada cómplice con padre e hijo.
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Era la hora del recreo y hablé con Bruno sobre la situación de Pol, ambos quedamos a la salida para ir a verle.
No sabia si Pol querría verle, pero sabía que hacía lo correcto accediendo.
Baje en busca de Tània pero Joan me llamo en la cantina, así que fui a sentarme con el.
— ¿Lo has oído no? —me pregunto mirandome.
— Si.
— ¿Me he pasado?
— No lo se Joan, yo, no vi todo.
El iba a hablar pero se acercó Marc, me miró y yo me levanté para irme.
— No, no te vayas —dijo Joan mirandome de nuevo.
— Vais a hablar y no quiero...
— Quedate —el insistio— no hay nada que pueda esconder, quédate porfa.
Marc me asintió y me senté de nuevo.
— No todos tenemos una familia correcta, así que supongo que tienes razón. —hablo Marc.
— Hay gente que parece feliz —respondió Joan— no debí haberlo dicho delante de todos.
— No pasa nada —Marc cojio comida de Joan y me miro— ¿a ti te gusta el pircing de Joan?
— ¿A mi? Claro, esta bien.
— Que va, seguro que lo dices por pena.
— Pues no. —el me sonrió.
— Joan tiene razón, lo dices por pena porque le queda fatal —bromeó Marc.
— Que cabron —respondió Joan golpeandole el brazo.
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Las clases habían acabado y estaba esperando a Bruno a la salida, el llegó y antes de empezar a caminar me paró.
— Un momento —dijo serio— ¿y sino quiere que vaya?
— Pol está mal, y te aseguro que le vendrá bien que vayas.
— ¿Y qué le digo?
— No importa, solo abrazalo. El te lo agradecerá.
— Vale.
Suspiro, y mientras hablábamos no nos dimos cuenta de que llegamos al tanatorio.
— ¿Esperas aquí un momento Bruno?
— Claro.
Vi a Pol sentado y me acerque a el, no dijo nada, solo me miró y empezó a llorar de nuevo. Tenia la mirada cansada, había estado llorando y se notaba.
Me sentía mal por el, se lo mucho que quería a su abuela y verlo así me dolía.
— Gracias por venir pequeña —dijo abrazandome.
— Te prometi que vendría.
El me separó y me beso lentamente.
— Pol —me separe— no he venido sola.
— ¿Que? —pregunto sorprendido.
Tanto Pol como yo nos giramos y vimos a Bruno acercándose lentamente.
Pol se acercó a Bruno y le abrazó mientras lloraba, sabía que había estado bien traerle. Al fin y al cabo, era muy buenos amigos.
Bruno y yo estuvimos hablando con Pol un rato, hasta que se tranquilizo un poquito.
— Yo, tengo que irme —dijo Bruno.
— Gracias por venir eh.
— Nada, nos veremos en el insti. —sonrio.
Se abrazaron de nuevo y Bruno se marcho con una pequeña sonrisa.
— No te vayas porfavor —me suplico Pol.
— Deberias ir a tu casa y descansar, anoche no dormiste mucho.
— No quiero estar solo, no puedo.
El me agarró de la cintura acercándome a el lentamente mientras sus lágrimas volvían a salir.
— Pol... —suspire.
— Porfavor.
Me suplicó de nuevo, yo le nege acariciandole la mejilla y me abrazo fuerte.
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Acompañe a Pol a su casa pero decidí dejarle solo, estaba con su familia y ahí no pintaba nada.
Le tuve que prometer que nos veríamos al día siguiente, solo así dejaba que me fuera. Y así lo hize.
Llege a mi casa y estaban mis padres en el sofá, así que me senté en una esquina de este.
— ¿De dónde vienes a estas horas jovencita? —me pregunto mi padre.
— He visitado a un amigo —dije seria.
— ¿Un amigo? ¿Que amigo? —volvió a preguntar.
— Pol.
— No le conozco.
— Normal —dije seca mientras sacaba el movil.
— ¿Y esa cara cariño? —pregunto mi madre acariciandome la pierna.
— Nada, solo estoy cansada.
Mis padres me miraron, iban a hablar sobre el tema seguro, pero como novedad, se callaron.
Mire mi móvil y vi varios mensajes sin leer, decidí no responder ninguno, solo uno.
— "Me he quitado el pendiente"
— "¿Y eso? ¿Tu padre verdad?"
— "Pues si, ya sabes como es"
— "Si."
— "¿Estas bien?"
— "Si Joan, solo estoy cansada".
— "Vale, mañana hablamos".
Cerré el movil y me fui directa a la cama, hacia horas que no dormía y tenía demasiado sueño.