Capítulo 60 – Las colonias II
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Un día nuevo había empezado en la montaña del Montseny, y bastante raro.
Me desperté y no vi a nadie en ninguna de las camas de mi habitación, me puse las zapatillas y baje en busca de alguien.
Escuche ruido en el comedor y me acerque, ¿en qué momento se habían levantado? Todos me miraron callados y aplaudieron al verme.
— Hombre, buenos días —dijo Merli gracioso.
— Buenos días —bosteze.
— Joan te ha guardado un sitio, ve que te estábamos esperando.
Me acerque lentamente y me senté, este me miro y me toco el cabello haciendo que apoyara mi cabeza en su hombro.
— Tío, anda que avisais eh —le dije a Mónica.
— Estabas tan tranquila durmiendo que nos dio cosita despertarte.
— Ya os vale.
— ¿Has dormido bien o que? —me pregunto Joan.
— Claro, pero solo me faltabas tu.
El me sonrió y beso mi mejilla.
Felicitamos a Gabi por los churros que nos había preparado cuando de repente Gerard y Ivan entraron vestidos de cawboy, eso fue una partida de risa para todos.
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Merlí nos sacó a todos a fuera para bailar un poco de cowntry, algo que le enseñó Eugeni.
Nos pusimos todos en fila y empezamos a seguir los pasos de Merlí. Ver a todos bailar fue gracioso, nunca me pude imaginar bailar cowntry así.
Terminamos de bailar y Joan me agarró de la mano sin decirme nada y empezó a caminar hacia la nada.
— ¿Donde me llevas?
— Ya lo verás.
— Oye, no me gusta que me dejen intrigada —sople.
— Me encanta dejarte intrigada —dijo robandome un beso— confía en mí.
Suspire y accedí a ir con el, nos quedamos en medio de camino donde no había absolutamente nada y nos miramos en silencio.
Agarro mi mano y me hizo dar una vuelta, entrelazo sus dedos a los míos y acarició mi mejilla.
— Ves.
— Joan no hay nada, ¿por qué me traes aquí? —frunci el ceño.
— Por qué no hay nada, y solo somos tu y yo.
Joder Joan, me voy a derretir contigo si sigues así. Levante las cejas sorprendida y desvié la mirada nerviosa.
— Wow —sussure.
— Estas colorada.
— Lo se —rei tímida.
Ibamos a besarnos pero de repente escuchamos un ruido, ambos nos giramos y vimos a Gabi y a Quima besarse.
— Joder —me queje.
Joan actuó rápido y me tapó los ojos, a lo que segundos después me sacó de allí.
Otra vez no, Gabi iba a dejarme imágenes bastante raras en mi cabeza, no paraba quieto.
— ¿Has visto algo? —pregunto destapandome los ojos.
— Si —hize una mueca desagradable.
— Piensa en cosas bonitas.
— Joder Joan, no lo mejoras eh —sople.
— Vale espera.
Mire a Joan mientras pensaba y rápidamente se acercó para besarme con ganas, cosa que seguí.
— ¿Has olvidado lo que viste? —pregunto entre mis labios.
— Recuerdame, que cada vez que recuerde algo así voy a tener que besarte.
— Te besaré igualmente las veces que hagan falta.
Ambos sonreímos pero esta vez le abraze, cosa que a el le sorprendió.
— Nunca me habías abrazado...
— Como amigos si, pero me apetecía abrazarte como novia.
— Peque —sonrio.
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La música fuerte empezó a sonar y la espuma empezó a caer por encima, empezaba la fiesta.
Todos nos lo pasamos en grande, bailamos, cantamos y disfrutamos. Nos hizo olvidar todo y solo pensar en ahora.
La gente empezaba a irse y me di cuenta de que Joan no estaba, así que salí a buscarle. Pregunte y corrí hacia su habitación.
Entre resbalando pero me apoyé en la pared, este se río y yo me acerque a su lado.
— Dios, menuda fiesta —dije quitándome el jersey.
El agacho la cabeza, me miró fijamente y parecía triste. Acaricie su mejilla y este agarro mi mano para entrelazar sus dedos a los míos.
— ¿Que pasa Joan? —pregunte poniéndome seria.
— No quiero que estas colonias acaben nunca.
Dios, iba a ponerse depre. Ya me lo conocía.
Suspire. — Yo tampoco.
— He perdido muchas cosas este año Ivy y me he comportado con un invecil.
— Eiii, quédate con lo bueno. No pienses en lo que has perdido o has echo, piensa en ahora. Ya estás bien.
Me miro. — No quiero hacerme mayor.
Dios. Pensar en eso me hacía sentir, no lo se, quizá mentalmente pequeña. Me entró un escalofrío que el noto y suspire.
— Yo tampoco —aguante mis ganas de llorar— pero es lo que toca supongo.
— Ivy...
Le interrumpí. — Me quedo con lo bueno, no quiero crecer pensando el todo lo malo que he vivido haciendo bachillerato.
— Eres increíble Ivy, te aseguro que eres lo más importante en vida ahora y no me arrepiento de nada de lo que he echo contigo. Quiero... —respiro nervioso.
Acaricie su brazo al ver que estaba nervioso y me sonrió tímidamente, un poco deprimido.
— Quiero estar a tu lado, en todos los pasos que daras a lo largo de tu vida.
Eso me emocionó, de alguna forma entendi que pasara lo que pasara, quería formar parte de mi vida.
Desvié la mirada dejando caer mis lagrimas de emoción por mis mejillas y me las quité.
— Te amo —solté directa.
Joan frunció el ceño y sonrió al escucharlo.
— Te amo Joan Capdevila —volví a decir.
No me respondió, se acercó a mi y me beso. Para mi eso fue la mejor respuesta de todas.
El beso fue largo y desesperado, que tuvimos que interrumpir por falta de aire. Joan limpio mis lagrimas y me abrazo fuerte.
— Yo también te amo, pequeña —sussuro cerca de mi oído antes de besar mi cuello.
