Capítulo 31 – Adiós papá I
━━━━━━✧⊕✧━━━━━━Llege a tarde demasiado tarde, mi madre me había estado llamando varias veces pero cada vez que lo cojia la conexión se cortaba. Era demasiado raro.
— Solo hay que hacerse una pregunta, ¿y yo que se? —dijo Merlí— todo aquello que me han inculcado hasta hoy, ¿porque tengo que pensar que es verdad?
De repente Toni entró interrumpiendo la clase y todos nos quedamos mirándole confusos.
— Merlí, perdona.. esto, ¿puede salir Ivy?
— ¿Ivy? Claro —dijo Merli mirandome.
Me levante y camine hacia el. — ¿Que pasa?
— Mejor hablamos fuera, ven.
Mire a mis compañeros y Toni me hizo caminar hacia el pasillo, su cara no era habitual, estaba como apagado y entonces supe que algo pasaba.
— No se como decirte esto Ivy...
— Dimelo, ¿qué pasa?
— Es tu padre —traje saliva— nos a llamado tu madre, le han dicho que a habido un accidente mortal en un tren y que el a sido uno de ellos.
Cuando dijo eso se me paró todo, note como mi corazón aceleraba y podía sentir como si fuera a explotar. Empeze a llorar, ¿porque?
— Lo siento mucho Ivy —dijo Toni serio.
— No —dije entre lagrimas.
El iba a abrazarme pero yo me alege rápido y grite.
— No, no me toques —dije antes de pegar un grito y salir corriendo.
No estaba bien.
Toni entró de nuevo en clase sin mi y se plantó junto a Merlí.
— ¿Que a pasado Toni? —pregunto Tània.
— ¿Esta bien ella?
Toni miró a Merlí serio mientras todo empezaban a comentar la situación.
— Chicos, dejar hablar a Toni porfavor —ordeno Merlí haciendo que se callaran.
— Acaba de fallecer el padre de Ivy y... como habéis podido ver ella no está bien.
— ¿Que? —pregunto Pol en shock.
— Chicos os pido mucha calma, esa familia está atravesando un momento complicado y os pido paciencia y educación —dijo Toni antes de marcharse.
— Joder —Merli se rascó el cuello— chicos, pasarse a ver como esta Ivy después de clase y que alguien le acerque las cosas que se a dejado.
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Llege a mi casa corriendo y, mierda, me había dejado las llaves y todo el instituto. Joder, empeze a llamar al timbre y dar golpes en la puerta pero al parecer mi padre todavía no había llegado del viaje.
— Joder —grite entre lagrimas.
Me senté en el suelo apoyada en la pared con la esperanza que esto no esté pasando.
Escondi mi cara entre las piernas, hasta que de repente note una mano acariciar mi espalda. Levante la cabeza mientras intentaba quitar mis lágrimas y me apoyé en su hombro.
— Tranquila, respira.
— Buff, no, no puedo... —dije con un hilo en la voz.
— Eres fuerte y se que puedes —dijo mientras acariciaba mi cabello.