Samantha.
Las manos de Karl, estaban en mis hombros mientras aturdida veía la escena. Nadie conocía mi identidad. Pero era obvio que esto no era un simple hurto como lo estaba manejando la policía.
--Al parecer están todas sus pertenencias señora Porter.
--Se llevaron mis alianzas de matrimonio. - Dije mientras me tocaba el dedo anular.
--Tiene alguna foto de ellas.
--No. Pero las reconocería en cualquier lugar, es un diseño exclusivo.
En ese momento el señor Yavuz me solto de los hombros mientras habla con dos de sus guardaespaldas supongo.
Tiene que ser él. Quien mas estaría interesado en robar solo mis anillos.
--Le daremos una suite debido al percance señora Porter también tiene servicio a la habitación ilimitado. Es una total vergüenza para nuestro hotel lo ocurrido esta noche. - Me dice el gerente del mismo mientras se vuelve y sale con el señor Yavuz.
--Elena, ve a descansar es tarde, mañana puedo empezar sin ti mi reunión y puedes llegar después de medio día. - Me dice el señor Ferguson.
Le tomó la palabra por que me siento harta de estar jugando al gato y al ratón con Giulio. Había podido continuar con mi vida después de lo que Matt me hizo. Pero no le iba a permitir que se burlara en mi cara como lo hizo.
Bastó que su primer novia llegará para destruir lo que estábamos tratando de construir juntos. Por primera vez desde que tenía una relación me sentía como mis padres.
Tener esa complicidad, sus miradas, los pequeños gestos y detalles que habían entre nosotros, fue solo parte de su engaño.
Subí hasta el piso de las suites con el señor Yavuz y el señor Ferguson, mi maleta venia hecha un desastre.
--Es una pena que perdiera sus alianzas de matrimonio, supongo su esposo se pondrá triste señora Porter. - Me dijo el señor Yavuz.
--No lo creo, debe de haber tirado la suya al retrete lo más seguro. - dije sintiendo el ardor en mi estómago al recordar como Fiorella me había enviado esas fotos.
--La señora Porter no quiere iniciar un tramite de divorcio. Aunque le ofrecí ayuda se niega. - Dice el señor Ferguson arruinandome más la noche.
--Gracias pero me iré a descansar. Les agradezco a ambos acompañarme, han sido muy amables.
El señor Ferguson se despide de mi, mientras el señor Yavuz, saca una de sus tarjetas.
--Llamame si necesitas algo Elena. Estiy a su servicio.
Necesitaba sacar el maldito estrés a como fuera y aunque en su momento me quería tirar al dueño del Bufete en el que trabaja deseche la idea y me metí a la suite quedando sola entre esas cuatro elegantes paredes.
Veía la tarjeta en su nombre una y otra vez, así que la guarde en mi bolsa de mano, llene el jacuzzi y me preparé para entrar en él.
No podía olvidar por qué aun portaba esos anillos aunque no estuvieran en mi mano. La promesa seguía latente. No iba a permitirme caer en los juegos de Giulio como siempre lo hacía.
Era un habil manipulador, que jugaba con tus emociones y sentimientos, estos meses me di cuenta de ello al analizar cada aspecto que había formado nuestra retorcida relación.
Como putas me case con mi secuestrador. Como me enamoré de él, de quien amenazó con lastimar a mi familia y a las personas que amaba desde un inicio.
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Yo soy Giulio Mancini
RomanceElla fue mi gran amor, marco mi vida para siempre, hasta que la perdí. Me volví frío, siniestro, calculador y egocéntrico. Mi vida estaba entregada a mi organización, ese era Yo Giulio Mancini. Hasta que ella llegó a mi vida de la manera más pecul...