Giulio...
Había dejando mi orgullo y mi lado posesivo con Samantha, quería que ella estuviera segura de estar a mi lado.
Teníamos mucho que arreglar en nuestro matrimonio y no me juzgue por mis acciones por que por ella las volvería hacer. No sentía culpa por haberla tenido. Pero sentía miedo por saber que desicion iba a tomar.
Domenico estaba más que furioso con Lucía, lo mismo yo, aparte de ser parte de la familia me debía respeto por ser su Capo.
La desobediencia la odiaba. No me importaba si era hombre o mujer, el castigo muchas veces llevaba a su muerte.
Me encerré en la habitación del hotel revisando la información de Karl Yavuz, el tipo no era mafioso del todo pero había defendido a grandes criminales europeos y de ahí se había consolidado su Bufete.
La mención de que mi mujer ahora estaba con él me había hecho perder la poca cordialidad que había en mi mientras pensaba en traer a Sammy de vuelta a casa.
Sabía que no iba hacer fácil, el haberle ocultado las cosas hizo que su confianza en mí desapareciera. Había comparado mi traicion al nivel de lo que le hizo el bastardo que Matt que estaba sin dedos de las manos y de los pies, le había arrancadoa lengua y quitado sus ojos. Recibía castigos continuos por qué jure que iba a sufrir cada maldito día de su vida.
La madrugada me tomo pensando en sí ella ya no volvería a mi lado, tenía palabra y cumpliría mi promesa, habíamos llegado a un punto de inflexión.
Mi orgullo y ego se habían sentido heridos al verla besar otro hombre, ahora me preguntaba que sintió ella al saber que había pasado semanas largo de casa, llegando tarde y más aún al ver lo que Fiorella hizo.
No la merecía, ella ya había pasado por mucho y debía sanar. Retenerla a mi lado a la fuerza sería volver a lo mismo. Esta vez apelaría a la razón en vez de a los deseos de mi corazón.
Me senté y bebí un whisky doble hasta que vi los primeros rayos del sol en la ventana de la habitación del hotel.
El sentimiento de incertidumbre era nuevo para mí, siempre mantenia todo en control, y esta situación me estaba afectando más de lo que yo esperaba.
Domenico me llamó y me informó que el jet estaba listo, aún faltaban más de dos hora para partir. Así que baje a tomarme un café. Lo necesitaba.
Lucía se me acercó y pude ver que aún me tenía algo de temor.
--Hola. - Saludó de manera tímida.
--Que pasa Lucía. - No tenía tiempo para sus rodeos en este momento.
--Ella necesita tiempo. Pero puedo dar fe de que ella le ama Giulio.
Era la primera vez que me llamaba por mi nombre.
--Se lo daré. Sé que lo necesita.
--Solo quería colaborar, ayudarle a ver la verdad, pero no me dio tiempo.
--Cuando supe que estaba contigo me tranquilice. Pense que se iría, aunque ya había contratado hombres para seguirla.
--Pero no hagas más cosas así Lucía. La próxima vez Domenico no te perdonará.
--Lo sé. - Tomó su café y siguió en silencio.
Estaba mas que impaciente. El chófer no me había llamado y ya teníamos que partir hacia el aeropuerto.
El sentimiento de pérdida se albergó en mí, y supe que el pánico se asentaba en mi ser no quería perder a la mujer que amaba.
El coche estaba listo y supe que ella no vendría.
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Yo soy Giulio Mancini
Roman d'amourElla fue mi gran amor, marco mi vida para siempre, hasta que la perdí. Me volví frío, siniestro, calculador y egocéntrico. Mi vida estaba entregada a mi organización, ese era Yo Giulio Mancini. Hasta que ella llegó a mi vida de la manera más pecul...