Capitulo 52

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Giulio...

Han pasado mas de seis días desde que llegue a casa, en mi vida he hecho cualquier tipo de mierda, matar, torturar, humillar, someter y destruir quien se interponga en mi camino.

Pero las imágenes de mi madre siendo abusada se quedaron grabadas en mi mente. Nunca antes había tenido pesadillas cuanto mataba o torturaba a alguien, nunca guardaba el rostro de las personas que se iban por medio de mis manos. Eran basura que desechar y listo.

Pero estos días han sido los peores de mi vida, no puedo cerrar los ojos por que la veo a ella, al ser que defendí a capa y espada tumbada en una cama siendo abusada por varios de los socios de mi padre, socios que al cederme su organización seguramente estrecharon mi mano, ahora entiendo el odio que en ella había. Por un lado justifique su desobediencia y obstinencia pero por otro la entiendo. Ver al amor de su vida en brazos de otra, ser forzada a casarse con un ser cruel y despiadado como mi padre, y llevar una vida de mierda a su lado.

Pero por otro lado su ser es maligno. Querer matarme desde que nací, saber que cada uno de los atentados que sufrí en mi vida fueron gracias a ella y que su maldita soberbia la hacía decirme que todo estaba bien cuando me ponía de rodillas entre sus piernas sintiéndome seguro y a salvo. Maldita y mil veces maldita las veces que llegue a cuidarla, protegerla y admirarla.

Ahora siento que ya nada en mi vida tiene sentido, a excepción de la rubia que yace en mi cama y que por segunda vez me ha salvado. Si el cielo se abriera en este instante ella seria merecedora de la vida eterna por salvar a un ser diabólico y perdido como yo. No merezco el amor que me profesa ni sus innumerables muestras de cariño.

Muchas veces la vi como un capricho, no quería albergar sentimientos, la deseaba sí, con todo mi ser, la quería debajo de mí. Pero nunca pensé que ella llegaría a traspasar las murallas y defensas que un día cree, y las derribará tan fácilmente.

Ahora en su vientre lleva otra vida, una que desde ya tiene su línea trazada su destino marcado y seguro enemigos ya ganados.

Joder ver su abdomen y saber que ahí hay otro ser es el sentimiento más increíble que se puede tener. El sentido de cuidado y protección hacen que quiera encerrar a su madre en algún lugar donde pueda estar más que tranquila.

Pero no ella insiste en quedarse a mi lado. En su lugar, ella sin duda es la reina que andaba buscado, la que necesitaba y la que llegó sin lugar a dudas para quedarse.

--De nuevo pesadillas mi amor?!

Se sienta en la cama y prende la lámpara de su mesa de noche.

--No puedo dormir.

--Quieres hablarlo?

--En realidad no Sammy.

Como decirle que el asco que siento hacia mí mismo es el que me está carcomiendo, él que me ahoga y me sofoca por que mi ego, mi personalidad, mi confianza mi todo está destruido.

Como decirle que aquel niño de nueve, doce y quince años está más que dolido, por qué uno de los seres que más amaba es el mismo que destruyó su vida con una sola frase: " te maldigo desde el día que te tuve entre mis brazos, te maldigo desde siempre"

--Ven aquí. - me dice mi mujer mientras me atrae a su pecho.

--Llora, saca lo que tengas dentro, te acuerdas cuando nos vimos después de que Matt abusara de mi?

--No me acuerdes de eso..

--El punto es que apenas te vi, pude sacar lo que llevaba dentro. Sacar todo eso malo que nos carcome el alma. Lo pude haber hecho con Naty o Kiara, pero no era lo mismo. No eran tú. Solo quiero que sepas que acá estoy mi amor. Estoy contigo. El que llores no te hace débil, no tienes por qué sentir vergüenza, llorar es de humanos. Llorar hace que libremos al alma de las penas que cargamos.

Yo soy Giulio ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora