Giulio...
Vislumbró a la mujer que yace con los ojos cerrados sobre mi pecho. He tenido sexo a lo largo de mi vida. Pero nunca había mezclado los sentimientos, tomaba lo que necesitaba del cuerpo femenino para mi disfrute. Pocas veces besaba a las mujeres, por que se ilusionaban y algunas creían que llegarían hacer la señora Mancini.
A Karlota le tuve estima, la conocí desde niña y por el compromiso pensé que tal vez le tomaría cariño, pero se fue a Inglaterra y me di cuenta de que no era adecuada para estar a mi lado. Joven e inexperta, mimada y caprichosa. Cosas que odio en las mujeres.
Samantha Faxton llegó a mi vida en el momento de más oscuridad, mi vida giraba en torno a mi organización, había desechado la idea de tener una esposa, cuando mi prometida murió me libere del compromiso, seguía y vivía por las costumbres y tradiciones.
Pero me di cuenta que mi vida no debería regirse por lo que los demás dictaminen, transforme varias tradiciones y costumbres aprobadas por los nuevos lugartenientes y capitanes de mi organización. Habían tradiciones que siguen arraigadas y las respeto.
Para muchos mi matrimonio con Samantha fue una bofetada a las costumbres. No era Italiana, era ajena a la mafia, no hablaba ni siquiera el idioma. Había pasado por encima de las tradiciones y costumbres, pero lo haría mil veces por la mujer que yace en mi pecho.
Fiorella había sido el amor adolescente, fogoso, inexperto, Cristina había llenado mis noches de sexo cuando mi cuerpo lo requería, pero no había sentimiento. No habíaa complicidad detrás de las palabras, mi miradas que hablaran más de lo que se pensaba decir.
Hasta que llegó mi Reina, supe en cuanto la vi que ella sería mía. Soy egoísta, y un bastardo en muchos aspectos, hay cosas de mi que tal vez nunca pueda cambiar, pero sin duda Samantha llegó a vida para quedarse.
Se remueve en mi pecho mientras le acarició la espalda, la tomé media docena de veces y en cada uno de los encuentros me recibió como la amante experta que es.
El piloto nos informa que pronto vamos aterrizar, así que nos levantamos, bañamos y vestimos para sentarnos.
--Quiero hablar contigo de algo importante. - Me dice mientras observa la vista.
--Es del trabajo que realizabas?..
--Si y no.
--Hablaremos más tarde de acuerdo.
--De acuerdo.
La noto un poco impaciente, y hasta tensa.
--Sucede algo Sol mío.
--No, sólo que extrañaba estar en casa. Además tengo miedo de que Domenico le haya hecho algo a Lucía.
--Estoy seguro que le hizo muchas cosas de eso no me cabe duda.
--Giulio!!!
Le sonrió a mi mujer que siempre está pensando en los demás. Pero esta vez tengo curiosidad de saber que hizo en estos tres meses.
--Disfrutaste de tu vida este tiempo Sol mío?.
--Cuida tu tono Giulio.
--Cuál tono? - Le alzó una ceja mientras no dejo de beber mi vino.
--No me gusta que me hables como le hablas a tus hombres, soy tu esposa. No me pongas al nivel de ellos.
Y ahí frente a mi, estaba mi Regina, luciendo una corona invisible, posicionándose en Lo más alto de mi organización inclusive por encima de mí.
--Jamás y lo sabes, sólo quiero saber que hiciste.
--Huir de ti, maldecir el día que me enamore de ti, stalkear tu Instagram, hacer un ritual para olvidarte, tocarme recordándote, luego inventar nuevas maneras de ofender tu recuerdo. Creo que nada más...
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Yo soy Giulio Mancini
RomanceElla fue mi gran amor, marco mi vida para siempre, hasta que la perdí. Me volví frío, siniestro, calculador y egocéntrico. Mi vida estaba entregada a mi organización, ese era Yo Giulio Mancini. Hasta que ella llegó a mi vida de la manera más pecul...