Samantha...
Roma.... Un mes después.
Llevo mas de un mes de ser oficialmente la esposa de Giulio, no he vuelto a saber nada de Naty o de Henry y mucho menos de Matt.
Acompañó a mi hoy esposo a sus estúpidas cenas en donde me siento como un maldito trofeo, he ido aprendiendo italiano gracias a Lucía, pero la rutina me está matando.
No suelo ser así, el sentirme encerrada me agobia. Deseo mi libertad. La anhelo. Pero también lo quiero. Quiero estar a su lado.
La noche llega y el italiano con ella su humor ha estado más que extraño estas últimas semanas. Casi no hablamos, cenamos pocas veces juntos. Solo por las noches nuestros cuerpos parecen tener comunicación.
Básicamente el sexo es el único que nos une.--Por qué no quieres hablar conmigo Giulio. Hice algo malo?.
Y de nuevo ese maldito silencio.
--Mañana necesito vengas conmigo al casino subterráneo.
Y eso es todo. Ya no hay abrazos o palabras post sexo. No más acurrucarse en mis brazos. Nada de Sol mío. Algo pasa.
--Sabes ya me harte de sentirme como tu puta Giulio. Hace un mes me decías cuanto deseabas mi cercanía, mis caricias y ahora me siento usada. Que es lo que pasa.
--Nada que te importe Samantha. Ahora duerme o quieres otro round.
Me levanto molesta y harta de esta situación. No lo entiendo obtuvo todo lo que quiso de mi. Mi cuerpo, mis sentimientos, mi respeto y mi.... Amor.
La mañana me toma sentada en la biblioteca, la lectura me ayuda a sobrellevar este lindo matrimonio. Uno del cual dude y luego acepte.
--Señora, el señor Mancini la solicita en su despacho. - Me indica una de las chicas del servicio.
Respiro hondo y cierro mis ojos caminando hacia el despacho solo en mi camisón.
Abro la puerta y Giulio esta de espaldas colocándose las fundas de sus armas.
--Saldrás?
--Sí. Domenico vendrá por ti a las ocho de la noche. Te necesito elegante, regía como lo que representas.
--Y que representó?
--Eres mi mujer Samantha. Eso es lo que representas.
--Una mujer la cual ignoras la mayor parte de día y solo te follas cuando te place. Sabes me arrepiento mil veces por haber creído que ibas a cambiar...por mí. - Digo lo último en un susurro.
Salgo antes de que me heche como lo hizo la última vez.
Lucía se acerca con un jugo de frutas como de costumbre, mientras salgo a la terraza a tomar mi desayuno.
--Sammy estas bien?!
--Que si estoy bien? Se nota mucho lo infeliz que soy?
--Todas las parejas tienen problemas.
Dicen que los primeros meses son los más difíciles.--No entiendo que pasó. Me abrí a él, me quedé a su lado, dejé de luchar. Acepte mi destino y todo para qué?
--Sabes que haré, necesito salir de aquí, trabajar hacer algo, claramente no puedo salir de este matrimonio. Pero necesito hacer algo o me volveré loca. Voy a decirle a Giulio que necesito trabajar.
--Eso esta muy bien Sammy. Hazlo.
--Y como vas con Domenico?
--Ya sabes él es diferente. Es poco el tiempo que pasamos juntos por su trabajo. Pero por lo demás bien. Disfruto el hoy y listo.
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Yo soy Giulio Mancini
RomanceElla fue mi gran amor, marco mi vida para siempre, hasta que la perdí. Me volví frío, siniestro, calculador y egocéntrico. Mi vida estaba entregada a mi organización, ese era Yo Giulio Mancini. Hasta que ella llegó a mi vida de la manera más pecul...