Capítulo 49: ¿El destino quizás?

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EVA

20:21 p.m.

Ahora, me encontraba en la habitación, recostada en la cama.
Hacía poco que había regresado de la peluquería, y una idea que venía rondando en mi mente desde hace semanas cobró más fuerza tras un evento que ocurrió por la mañana. Ese evento fue mi encuentro con Tatiana, quien me inspiró y me dio el impulso necesario para seguir adelante con lo que había estado considerando.
Sentía la necesidad de hablar con Matías y compartirle esta nueva inquietud..

Yo, 20:21 p.m.
Amor, ¿a qué horas vendrás de la oficina?

Matías, 20:23 p.m.
En media hora estoy ahí.
Me atrasé con unas cosas que tenía que hacer, pero ahora salgo para allá, ¿por?

Yo, 20:24 p.m.
Vale, entonces te espero.
Es que quiero comentarte algo que quiero hacer… 😳🤭

Matías, 20:24 p.m.
Adivino, ¿quieres que te lleve al patio y jugamos algo? 😈

Yo, 20:24 p.m.
No, amor.
Además, no siempre tendremos sexo, hace dos días lo hicimos y ¡hay que descansar!

Matías, 20:25 p.m.
Espera, ¿me estás desobedeciendo? 🤨

Yo, 20:25 p.m.
¡Amorr, claro que no! 🤭
¿O sí? 😳

Matías, 20:25 p.m.
¿Estás en la habitación?

Yo, 20:26 p.m.
Sí ¿por?

Matías, 20:26 p.m.
Quiero que te quites la ropa y cuando llegue, espero ver que debajo de la sábana esté tu cuerpo totalmente desnudo, listo para mí.
También, quiero que no te toques, ¿entendido?

¡Uf! Sus mensajes ponían mi piel como un horno y mis palpitaciones a mil, pero no, las palpitaciones no eran del corazón.

Yo, 20:26 p.m.
¿Y si no quiero? 😗

Matías, 20:26 p.m.
Te lo pongo fácil: por los castigos que te daré y por las mil cosas que te haré, cosas que nunca te he hecho, estarás una semana sin poder sentarte. Tú eliges 😉

Sonreí con su mensaje, no sé si por la curiosidad que me generó o por nerviosismo.

Yo, 20:26 p.m.
Cuando vengas descubrirás si te hice caso o no, pero ven rápido si no me enfriaré 😈😬

Matías, 20:27 p.m.
Entonces me apresuro 🏃🏻‍♂️

Yo, 20:27 p.m.
Te espero, cuídate 😘❤

Matías, 20:27 p.m.
Nos vemos luego 😍

Dejé el teléfono sobre la cama y me perdí en mis pensamientos, debatiendo si debía seguir su consejo. Al final, decidí seguir mi propio instinto.
Me dirigí a la habitación contigua para buscar algo adecuado que ponerme, optando por un provocativo baby doll verde oscuro que realzaba mi belleza.

Luego, regresé a la habitación y aunque podría haberme quedado en el patio de juegos, esta noche anhelaba la pasión y suavidad de hacer el amor.

21:45 p.m.

Me había quedado viendo una película en mi ordenador, esperando la llegada de Marías. Cuando finalmente lo escuché entrar, me cubrí con la sábana, sonriéndole cuando abrió la puerta de la habitación.

Matías: — ¿Lo hiciste?

— No sé… Míralo por tú mismo

Él se aproximó con sensualidad, deslizando lentamente la sábana de mi cuerpo. Cuando quedé al descubierto, me tendió la mano, y me coloqué frente a él. Dio una vuelta para admirarme completamente, mostrando su aprobación con una sonrisa.

El Secreto De Mi AbogadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora