Capítulo 51: No te voy a querer, te voy a amar

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EVA

14:33 p.m.

En diciembre, finalizó el mes, dando paso a un nuevo año y al proyecto que había estado planeando durante meses. Con la ayuda de Matías, encontré un amplio local cerca de su oficina. Transformamos ese espacio vacío en un lugar acogedor con paredes de color beige y muebles de madera que creaban una agradable combinación.

Inicialmente, teníamos diez mujeres involucradas en mi proyecto desde su inauguración el mes pasado. Tatiana, una chica que llegó a la peluquería, se unió a nosotros y participaba en las charlas motivacionales y talleres para trabajar en su aspecto emocional.
El objetivo principal de mi proyecto y nuestras reuniones era proporcionar un espacio donde pudiéramos compartir nuestras historias y apoyarnos mutuamente para crecer y superar situaciones difíciles, muchas de las cuales estaban relacionadas con relaciones tóxicas.

Afortunadamente, esta semana, otras diez mujeres se unieron al proyecto, lo que me llenó de alegría, pero al mismo tiempo me entristeció saber que tantas mujeres les había tocado vivir una mierda en su relación.

Matías: — Hola, ¿cómo te fue?

— Bien, hoy las chicas y yo lo pasamos genial, y me llenó de felicidad verlas tan contentas. Sé que han hecho un gran trabajo en las últimas semanas

Matías: — Bueno, también gracias a ti. Tú las has ayudado mucho, y Evelin también ha contribuido

— No quiero llevarme todo el crédito

Matías: — Pero debes hacerlo — dijo, y sentí un nudo en el estómago.
— Tengo que ir a la empresa y ver cómo lo llevan

— De acuerdo — respondí, sintiendo un dolor incómodo.

Matías: — ¿Estás bien?

— Sí, solo siento algo extraño. De todas formas, iré al médico porque esta mañana también me pasó

Matías: — Está bien, si quieres, te llevo a la consulta

Cuanto antes salimos de mi local porque el día de charlas ya había terminado, siendo solo por la mañana, desde las nueve hasta la una de la tarde.
Matías me dejó en el médico y luego se dirigió a la empresa de automóviles de su padre, donde había aceptado un puesto como administrador, pero seguiría siendo abogado en su oficina.

Dr. Moles: — ¿Hoy por la mañana también lo sentiste?

— Sí, y hace un rato también

Dr. Moles: — Bien, ¿qué crees que pudo ser? ¿Hiciste algún movimiento brusco?

— No lo sé, pero…

Sentí nuevamente el dolor y un cólico que me recorrió todo el cuerpo, no solo la barriga. También noté un líquido bajando por mi vagina.

Dr. Moles: — ¿Te encuentras bien?

No pude responder, y él se levantó de la silla, acercándose a mí. Luego, noté que era sangre la que estaba bajando, ya que llevaba pantalones verdes y pude ver el color rojo.

— Me duele mucho — dije, y cuando él vio la sangre, llamó inmediatamente a alguien.

Dr. Moles: — ¡Carmen! — gritó, y poco después, una enfermera entró corriendo. — Dile a Carmen que venga de inmediato y que le diga a Jorge que prepare la ambulancia

La enfermera siguió sus órdenes y se fue rápidamente.

Dr. Moles: — No te preocupes. ¿Tienes tu período?

— No, falta una semana para eso

Dr. Moles: — Entonces, ¿sabes si estás embarazada?

Negué con la cabeza, mientras me retorcía de dolor, tratando de calmarme en esta inesperada situación.

El Secreto De Mi AbogadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora