El Secreto De Mi Abogado

Capítulo 32: Visitas

EVA

— ¿Estás ocupado ahora?

Bordes: — No, señorita

— ¿Podrías ver esto que te estoy enviando ahora y analizarlo?

Bordes: — Vale, ahora me ha llegado.
¿Es un vídeo?

— Sí, es el de la grabación aquella. La he vuelto a ver y me he dado cuenta de algo, justo en las primeras horas, ya te he enviado en qué parte exactamente

Bordes: — De acuerdo, ahora lo miro

— Muchas gracias y perdón por molestar a estas horas porque ya es muy tarde

Bordes: — De eso no se preocupe, señorita, ya le daré los resultados de lo que vea

— Vale, gracias

Colgué la llamada y mi corazón se llenó de ilusión.
Si teníamos suerte, se daría el caso de que el vídeo estuviera manipulado, lo que indicaría que la supuesta caída de Mar no fue a causa de que la hayan empujado, sino que fue a propósito.

Esperé impacientemente por algún comunicado de Bordes, pero pasaron muchos minutos sin noticias. A pesar de que me estaba dando sueño, no pude dormir debido a la intranquilidad del momento.

Finalmente, mi teléfono sonó y contesté la llamada.

— ¿¡Y bien!?

Bordes: — Efectivamente, hay algo extraño en el vídeo, tal como usted dice
— respondió y salté de alegría, aunque sabía que era temprano para celebrar.
— He mejorado la calidad de la imagen y se ve claramente que ha sido editada y recortada, ya que los segundos y minutos saltan del dieciséis al diecinueve, algo que no sucede en un vídeo normal

— ¿Entonces eso significa que quien lo editó lo hizo para ocultar algo?

Bordes: — Exactamente, además, la transición entre las imágenes hace que parezca un movimiento fluido, pero en realidad, es un corte evidente. También cambiaron la velocidad en ese instante para ocultar el corte de la imagen

— Eres un crack, debo admitirlo. Gracias por ayudarme, has hecho un grandísimo trabajo

Bordes: — A eso me dedico, señorita, estoy para servirle a usted y al señor Melgar

— Te lo agradezco mucho

Bordes: — No hay de qué. Ahora le comparto lo que he hecho

— Perfecto, gracias y buenas noches

Bordes: — Buenas noches — dijo y colgué la llamada.

No podía creérmelo, así que lloré de felicidad al darme cuenta de que Matías no tenía nada que ver en esto. Aunque aún faltaba averiguar más a fondo si el vídeo estaba editado, por ahora, podíamos asegurar que sí. La alegría que sentía en ese momento era indescriptible.

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, recibí otro correo de Bordes con el vídeo mejorado, esta vez en 4K y con la velocidad corregida. Ahora los gestos eran visibles con claridad.
Francamente, Bordes demostraba ser uno de los mejores hackers que jamás había conocido.

El timbre de casa sonó, y supe quién era, ya que el señor Leonardo me había dicho que pasaría por a visitarme en estos días.

Abrí la puerta y el señor estaba visiblemente enfurecido, pero a su lado, una mujer de cabello castaño lo acompañaba, sujetándose del brazo de su acompañante.

Leonardo: — Buenos días, Eva

— Buenos días, señor Leonardo

Leonardo: — Ella es Sabrina, mi prometida