Capítulo 22: Asuntos pendientes

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EVA

Viernes, 11:54 a.m.

— ¡Vaya! Va quedando muy bien

Me sentía alegre al ver la remodelación de la peluquería. Paula había conseguido el dinero necesario para mejorar el lugar, y Josep y yo también ayudamos en la renovación.
Era nuestro hogar de trabajo, y todos queríamos contribuir a la remodelación.

En algunos días, ellos dos venían temprano a quitar los muebles antiguos y otros objetos, y yo les seguía en otros días, ya que el presupuesto no alcanzaba para contratar a alguien para hacerlo, así que nos hicimos cargo nosotros.

Josep: — Solo falta poner la pintura y estará listo

Paula: — Sí, y la próxima semana traerán los muebles, sillas y estanterías

Josep: — ¡Qué emoción! — exclamó feliz, tapándose la boca con las manos.

Paula: — Nunca imaginé que esto fuera a suceder. Que el negocio estuviera funcionando tan bien y que se vea mucho mejor con la remodelación — dijo mirando a su alrededor, a punto de soltar algunas lágrimas.

— Cariño, todos estamos emocionados, y gracias a ti, tu sueño se está haciendo realidad — dije abrazándola y Josep se acercó para unirse.

Josep: — Es un sueño para todos, y para mí ver cómo este lugar crece, sabiendo que valió la pena trabajar aquí durante diez años.
Yo creo merezco un aumento de sueldo — dijo con una sonrisa, y los tres reímos.

Paula: — Les prometo que cuando consiga más dinero, les daré el doble, se lo merecen

— No te preocupes. Bien, ¿empezamos a pintar las paredes?

16:13 p.m.

Pasamos varias horas pintando todas las paredes de la peluquería. Elegimos un color turquesa pálido en sitio del blanco aburrido que solía haber. Esta elección combinaba perfectamente con los muebles de madera oscura.

Paula: — Aquí tienes tu pago por ayudarnos

Josep: — Gracias, cariño — dijo al recibir los veinte euros que le entregó Paula.

Paula: — Toma

— Gracias, corazón

Josep: — Bueno, chicas, me voy

Paula: — ¡Adiós!

— Adiós

Josep: — Chao

Antes de marcharse, nos dio un beso en la mejilla a cada una y salió.

Paula: — ¿Qué te pasa?

— ¿De qué hablas?

Paula: — Cariño, te conozco desde hace mucho tiempo y sé cuándo estás escondiendo algo — dijo, y suspiré profundamente.

— ¡Ay, cariño! Si supieras

Me senté en el suelo, y ella hizo lo mismo.

Paula: — ¿Qué ha pasado?

— Matías… Matías va a ser padre
— respondí y mi voz sonó apagada.

Paula: — ¿¡Qué!? ¿Estás embarazada?
— preguntó y sus ojos se iluminaron de emoción. Entonces, comencé a llorar.

— No, no es mío — dije, secando mis lágrimas.

Paula: — ¿Cómo?

— Una mujer que conoció antes que yo

Paula: — ¿Te fue infiel?

— No, al menos eso me ha dicho. Me conoció después de estar con ella, y quedó embarazada después de su última cita

El Secreto De Mi AbogadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora