Capitulo 7

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Si digo que el resto de la semana transcurrió con normalidad, mentiría.

A cada momento estaba viendo el teléfono de Luana a ver si Agel me escribió y andaba con un nerviosismo constante.

Mi madre está igual de emocionada que yo, le parece increíble que después de años estemos a punto de vernos otra vez. Aunque no lo conoce, fue testigo de mi bien que me sentía al hablar con él y estar en su compañía.

En su ausencia fue difícil para mí dejar entrar a otras personas en mi zona de confort y lo logré, pero nadie ha logrado lo que Agel sí, enamorarme hasta las trancas.

Ni siquiera mi ex lo logró.

Eso hace que me sienta un poco triste por el tiempo perdido que pasó a mi lado.

Siento que mi abuela sabe que pasaré el sábado por fuera no solo para visitar a mi tío. Es escalofriante esto pero creo que debe ser por la edad, me he dado cuenta que después de tener cierta edad y experiencia, muy pocos se atreverían jugar la bola con ellos.

Es como dice aquel dicho: Más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Mucha razón tiene.

De igual forma su proceder no haría que desista de mis planes, mi madre lo entendió así que ella también debería.

En casa de mis padres varias veces quisieron retenerme.

Cabe destacar que jamás lograron su cometido. Cada cosa que se me antoja a hacer iba a por ello, no me amilanaba por nada y nunca me he arrepentido de algo que haya hecho.

Hay una sola cosa que de recordarla me da grima, pero aún así aprendí con esa experiencia.

Los momentos enseñan, ya sea para bien o para mal.

Lo que sucede en el pasado también forma parte de tu presente, así mejoras para tener un buen futuro.

Me gusta lo imposible, raro, indeseado. No es que me confirme con menos, solo veo las cosas desde otro punto de vista, con ganas de darle una segunda oportunidad como nunca antes han hecho conmigo.

Ser diferente es mi mejor virtud.

Me hace tener más momentos llenos de alegría y felicidad.

Me permite sonreír y disfrutar el momento.

Hace que me arriesgue sin importar las consecuencias de mis actos.

Sé que, a final de cuentas no pensaré en el hubiera cuando ya fue.

—June, hoy estás muy distraída y se supone que soy el que no estudió para el examen—susurra Miles para que solo yo lo escuche—. ¿Que tienes? ¿Estás pensando en el novio?—pregunta con sorna. Ya me dí cuenta de porque él y Tania son pareja, aunque sus caracteres son semejantes, se complementan cuando de virtudes se trata.

Mientras Tania está concentrada en su exámen al otro lado del salón (Por petición especial de la profesora al ser conciente de que se pueden copiar) El está inquieto y tiene pensado copiar mi exámen.

La verdad no me molesta.

Lo que sí crea incomodidad en mí es las ganas que tiene a todas horas de saber todo lo que sucede a su alrededor.

Es súper cotilla.

Y yo que pensé que las mujeres éramos as chismosas.

A ese solo le falta la falda.

Ruedo los ojos.

—Ya quisieras.

—Claro, busca la manera de prestar atención a tu exámen para que me pases las respuestas.

Nota Discordante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora